
òscar




estamos tomando fotografías y algunas pequeñas películas. cosas de aquí. universales. echo de menos a fabi. buena señal. entonces, un poema para despistar que añoro...
mi tío antonio
se ha subido al coche
y va de regreso a toledo
mi padre me chilla
para que salga
a echarle una mano
para sacar aquella raíz
que os conté
pero el caso es que no tengo ganas
de echar raíces
y lo que digo de antonio
sólo es una manera de comenzar.
òscar




En el Hotel Crillon de París, Abe Ravelstein y su amigo Chick celebran, entre lujos y excentricidades, el éxito del revolucionario libro del primero. Tras años como brillante profesor universitario, con un salario que no le permitía alcanzar la vida hedonista y fastuosa que tanto deseaba, Ravelstein se ha convertido por fin en un intelectual millonario, aunque aquejado de una enfermedad terminal que en muy poco tiempo habrá de llevarlo a la tumba.Así se inicia la travesía por las emociones y las ideas de estos dos fascinantes personajes, que recorren en sus valientes conversaciones temas como el amor, la historia, la política y el humor, construyendo un homenaje profundamente inteligente a la amistad y la memoria. A partir de la biografía del filósofo Allan Bloom -que éste encargó a Bellow poco antes de su muerte-, y gracias a la intensa relación entre ellos, el premio Nobel Saul Bellow ha escrito una deslumbrante novela que demuestra la compatibilidad entre el intelecto y las pasiones, y que captura al lector en una historia en la que se entremezclan el interés por cuestiones como la filosofía helénica (Platón, especialmente), la inteligencia, la amistad y el amor, la religión (ambos son de origen judío) o la muerte, al tiempo que describe con enorme ternura la profunda amistad entre dos grandes intelectuales, uno de los cuales se encuentra a las puertas de la muerte.
pepe

durante todo el día de ayer fuimos con jersei. hoy nos levantamos a doce grados. nos lo pasamos en grande. no leo nada, por supuesto; aunque tengo ganas, todo lo de aquí me despista. las peras ya están más grandes que las tetas de mi madre. muchos besos.
òscar

No son de carne o espíritu
tampoco son la confusa mezcla de ambas,
ni bestias ni ángeles
ni su desquiciado promedio.
Son destellos,
huecos de tiempo llenos de luz o sin ella,
galopes sobre la luna,
seres que invento y son mi vida,
entre visiones de un jardín sagrado,
formas de poesía,
milagros en metáfora de cuerpo,
metáfora incompleta sin tacto ni perfumes,
metáfora total, plenitud donde no existe el tiempo
donde no existen los efímeros tactos y perfumes que están
dentro del tiempo.
Darío Jaramillo, Apariciones
pepe