se acercaba. con aquello en el estómago de las cosas inciertas por venir. no sabíamos aún si nos alcanzaría de pleno o no. qué cantidad de fuerza nos traería. podía sentir el miedo en los niños y en la abuela. yo recordaba las vividas hace mucho tiempo aquí mismo. cuando el suelo se sacudía y los tímpanos saltaban por los aires. esta vez nos libramos por poco. solamente nos rozó. me sentí algo decepcionado. no pude hablar con la tormenta, ya habrá otra ocasión. hablar con algo tan extraordinario me templa. estamos vivos. anoche me quedé con tiza. le canté una nana, sin letra, música barroca tarareada por mí. como hacía siempre que quería que fulminara el miedo que imaginaba que ella sentía. afuera de la casa, con ella, sí.
òscar

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