estoy de acuerdo en que este árbol no es portugués ni catalán, que no hay patria en el suelo. y sin embargo, sí la hay, porque este cuerpo que escribe tiene una emoción abstracta y concisa y de entre los millones de combinaciones de letras posibles escoge formar una pequeña palabra que adentro tiene un significado rebosante de bondad, català, siempre y cuando abrace a ese árbol (que no es catalán ni portugués ni de cualquier otra patria sino de eso tan grande que es la vida misma, su celebración) y lo cuide, lo riegue y, fíjate qué cosas, hable con él. y él, a su manera, en su idioma -sin importarme cuál- me hable y nos digamos, venga, adelante, vamos, parece que empieza a llover...
en una cosa, solamente en una, nos equivocamos todos. la palabra patria no existe, es un invento que falló siempre. y en esta fe de erratas íntima, también debo cambiar donde dije suelo y decir tierra. y la vecina, en castellano, se asoma al patio de luces y llama a mariana, porque mariana tiene la ropa tendida y se confirma la lluvia.
querido pepe, es tan hermoso el poema de lêdo ivo que trajiste... y es verdad que a veces basta con quedarnos en silencio y que el pequeño mundo nos conmueva. solo sirven, pues, las palabras buenas.
te abraza con orgullo de ser tu amigo y que no tengas patria, una no-patria tan hermosa...
òscar
4 comentarios:
ò, me diste en toda la frontal. y más abajo, claro.
gracias a tí, hermano, a don lêdo, y a los desterrados que siembran mundo en las entrañas del silencio.
te abraza,
tu pepe
ay, pepe, qué bueno tenerse cerca, coño!
muás!!!
tu òscar.
Guapos!
:D
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