10ª TEMPORADA.
FACEBOOK / CORREO: sopadepoetes@yahoo.es
envío de material: a/a sopa de poetes. rúbrica editorial. carrer castella, 27. 08820 el prat de llobregat
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martes, 31 de enero de 2012
les doy mi brazo
Se me ha acabado el miedo a ver fluir mi propia sangre.
Mientras extraen, suave y poderoso, el líquido,
pienso que ahí, en lo rojo, en lo negro,
están todos los verbos y todos los asuntos
o puede que sea sólo química
o una fotografía de virus y de vicios
como una confesión
como una indefensión
como un relato de cosas que he comido, besado u olvidado,
un caliente chupito ya sin pálpito,
unas gotas de savia
o de veneno.
Mientras extraen, suave y poderoso, el líquido,
pienso que ahí, en lo rojo, en lo negro,
están todos los verbos y todos los asuntos
o puede que sea sólo química
o una fotografía de virus y de vicios
como una confesión
como una indefensión
como un relato de cosas que he comido, besado u olvidado,
un caliente chupito ya sin pálpito,
unas gotas de savia
o de veneno.
Inma Luna, Analítica
http://inmalunatica.blogspot.com/2012/01/analitica.html?spref=fb
pepe
la voz
la voz de los que murieron solos
sin palabras sin código
sin la mano de un dios verde y apestado en la frente
la voz de los que comieron ceniza
de los que hurgaron el suelo con su corona de hilachas
de los que no encontraron fosa
la voz del humo gris que viene del borde
de los arenales recostados
la voz que segrega el estupor de la tierra
el monstruoso estupor del aire que engulle
la voz figura del hacinamiento
del timbre demorado
del vaho que arrastra oclusión hiel raíz sonora
la voz disipación del animal
del cuerpo chirriante que retuvo agua
y entregó silencio
la voz llamada orbicular que nos alambra
la voz
la huella nunca ajena
Laia López Manrique
pepe
"la caja de música", de olga muñoz carrasco
llama la cartera al timbre: "correo certificado"
tooooma!!!
el bueno de javier gil martín (javi) me envía esta preciosidad que edita la fundación inquietudes / asociación poética caudal...
ahora mismo voy a un recado y es de esos de esperar en una sala. así que me lo llevo puesto y me lo como...
¡¡¡gracias, olga... gracias, javi!!!
òscar
lunes, 30 de enero de 2012
reseña de laia lópez manrique
“Prótesis”, de Pepe Maiques
Por Laia López Manrique | Destacados | 29.01.12
Prótesis. Pepe Maiques
Ilustraciones de Òscar Solsona
Prólogo de Mariel Manrique
Rúbrica Editorial (El Prat de Llobregat, 2011)
"desde aquí puede oírse
cómo palpita la boca turbia del poema
la lengua calcinada de la tierra que habla”.
Pepe Maiques
Hay libros que se miden y casi se sumergen en la intensidad de la cita que les ha elegido. Este es, a mi modo de ver, el caso de Prótesis, de Pepe Maiques (Valencia, 1955), que se abre con unos versos del poema “Musée des beaux-arts”, de Wystan Hugh Auden: “con qué serenidad / todo parece lejos del desastre”. En el poema de Auden, la referencia que desata los versos es el cuadro de Brueghel el Viejo llamado La caída de Ícaro, donde se representa un paisaje aparentemente tranquilo, cotidiano: a lo alto de un acantilado un campesino labra la tierra, un pastor cuida del ganado y un pescador tiende redes en el agua. Un barco navega cerca de la costa y a lo lejos se divisa una ciudad, recortada contra el color verdoso de las aguas y el amarillo del cielo abrasador y cautivo. Pero hay un pequeño detalle, un detalle que podría pasar desapercibido a un observador poco atento: unas piernas que se zambullen en el mar y un revuelo de plumas alrededor, las plumas de Ícaro, quemado por el sol en su acto de hybris.
El poema de Auden insiste en el modo en que el desastre es engullido por ese transcurso cíclico de la vida, por ese devenir sin sobresalto, y se pregunta acerca de la posibilidad de que Ícaro haya sido contemplado por alguien más que por el pintor en su caída sin que eso (el hecho trágico, pero en cierto sentido también imposible) modifique en nada el curso de los acontecimientos. La caída de Ícaro no cambia el destino del barco, que “siguió navegando en calma”, ni el trabajo paciente del labrador, pero sí cambia la mirada de quien observa el cuadro, que superpuesta a la memoria del ahogado reinterpreta toda la visión.
Los versos de Auden, la pintura de Brueghel, parecen estaciones providenciales para lo que será el cauce de la palabra y el imaginario de este librito pequeño, fecundo, ligeramente aterido, tanto en el nivel de la voz poética (donde la serenidad camina) como en el nivel temático (la in-apariencia del desastre, íntimo a la vez que colectivo).
Serenidad
A veces sorprende leer voces que no violentan, que no fuerzan, no constriñen. Y eso ocurre con la voz de Pepe Maiques. La voz de Pepe simplemente discurre, como discurre la vida en la pintura de Brueghel el Viejo, nombrando los residuos a través de los cuales se dejan ver los pies contraídos del ahogado. Lo mismo que hace en el blog de Sopa de Poetes, donde agrupa continuamente trazos y enlaces, hace en su poesía: bascula elementos, los aúna. Pepe deambula como un clochard, recoge, amontona cuerpos híbridos, actúa como un recolector de restos perdidos que forman un mundo de sintaxis rota y acariciante. A una cierta distancia veríamos ese mundo-lenguaje de Pepe Maiques como un paisaje fascinante, hecho de arena, hierbas, yeso, metal, tiza, limaduras, rastros animales de lata, gestos comunes y una luz parda como la que se entrevé por una (cualquier) ventana. Un paisaje que se convierte en una ventana, en el andamio que hay más allá de esa ventana y que construye con su presencia limítrofe la geografía imprecisa, siempre mudable, de lo que ocurre tras ella.
De este paisaje construido por Pepe Maiques, a un tiempo nos queda lo férreo (ese cuerpo extranjero que interviene en el propio cuerpo y que encuentra su correlato en los paisajes fríos, metálicos de la calle) y la suavidad de la palabra. Nos queda un libro que nos habla desde el cuerpo y que se lee, como apunta Mariel Manrique en el excelente prólogo que ha escrito, con las vértebras y los tendones. Porque en este planteamiento de la poesía como ejercicio de recolección-composición queda, sin duda, interrogado también el espacio que ocupa el lector. Prótesis no es un libro sencillo de leer, al menos a simple vista. Un libro que está escrito desde la errancia de la lengua y de la mirada (trashumar y organizar, que decía Pasolini), desde el gesto de las manos que atesoran, no puede leerse sino desde el mismo cuerpo atónito y sus múltiples localizaciones. Es preciso que así sea cuando la lengua es a la vez tan concreta y tan abstracta en la forma: hemos de leer hurgando en nuestras propias sensaciones, insertando en nosotros el texto, acercándonos y también alejándonos en lo posible del condicionamiento previo, la carga pesada y fósil de la tradición poética. Pues como también dice Mariel en una frase cuya simplicidad es capaz de tumbarnos, “las grandes cosas no nos han servido para nada”. Las grandes cosas, los colosos patriarcales e ideológicos, las enormes palabras de la tradición poético-metafísica han deslizado nuestra experiencia, la han condicionado. Uno se da cuenta de ello cuando se disloca, cuando se deshace y en ese deshacerse la ficción de lo sólido termina. Ahora solo podemos asomarnos a lo que queda de esa tradición y preguntarnos cómo aprender a hablar sin ella, concentrándonos en ese mundo mínimo: las astillas de la materia en ruina, las alas requemadas de Ícaro que aún no han acabado de caer al agua, sus piernas que se sacuden y dejan esbozado el indicio de una vida.
Los espacios del desastre
La poesía de Pepe Maiques se esfuerza por declinar el adentro, siempre tan indecible. Declina el adentro en su frontera con la exterioridad de un mundo violento y asfixiante. Queda entre las palabras la posibilidad y el síntoma del adentro: como decía el filósofo Jean-Luc Nancy en su libro A la escucha, es precisamente en el sentido del oído (aquí, en la música quebrada de la lengua poética) donde se fragua el cruce entre el adentro y el afuera.
En el adentro crece el tumulto del dolor y en la escucha de los versos de Pepe, esa manera de no nombrarlo, de conjurarlo, de carcomerlo volviéndolo minúsculo, insondable. El dolor de quien ha ardido, como Ícaro (y no es extraño que “arder” sea un verbo que aparece en más de una ocasión en los poemas), el dolor que en lo externo se revive como imposición y caída.
Y el desastre íntimo es también transitado por el desastre colectivo. El espacio del desastre colectivo en el libro de Pepe Maiques está regido por la imagen del desierto: lo que hay afuera, un desierto reglamentario donde los hombres esperan (“esperar cabe en el desierto”) y caminan en orden estricto “como el ganado”, el desierto cruzado e interiorizado-como en el famoso verso de Valente- por la voz empecinada del poeta que se llama a sí mismo “animal fatigado contra el muro”. Es nuestro mundo pre-apocalíptico (o que se nos vende como tal), donde se concentran multitudes de ahogados anónimos “que llegan huecos y ya no tiemblan nunca”, lejanos ya de la mitología y del empeño en volar hacia el sol y apenas sujetados por el esfuerzo de alcanzar la próxima orilla.
¿Puede la poesía tener también ese sentido, en la maceración de una voz que no se precipita ni canta? ¿Puede servir la poesía para alcanzar una orilla, para trepar costosamente por los cantiles? Deberíamos preguntárnoslo tal vez de otro modo: ¿para qué escribir, pues, ahora, poesía? Alguien podría decirnos: para huir. ¿Pero nos sirve la falsa sacralidad de lo que escapa o de lo que salva? Es probable que esta pregunta no pueda responderse más que con numerosas preguntas derivadas, y que escribir no sea más que interrogarse constantemente acerca de por qué se escribe.
Hablando del libro de Pepe Maiques podemos decir que él escribe para escindir la realidad y el hueso-carne que la atraviesa. Que escribe para arquear, así, la herida. Cada palabra de esta frase importa. Cada una de ellas. Hay que ver ese movimiento en los poemas de Pepe, en cada poema. De qué modo cada uno de ellos muestra la herida del cuerpo y la hace visible, de qué modo en cada poema cobra un viraje y una forma distintas. Todos los poemas de este libro son intentos de alcanzar la costa, son el movimiento de las piernas de los ahogados a pesar de la indiferencia del barco, de la pastosa y salubre inadvertencia de los hombres que trabajan en el acantilado. Tal vez el poema no llegue nunca a tomar la tierra, pero existirá, en su silenciosa agitación, una mirada que sí recoja el acontecer del desastre y su lenta condensación en el suelo que pisamos y nos sostiene.
Laia López Manrique
www.palidofuego.wordpress.com
los lunes de anay (a día de hoy)
"Entre tanto y aunque no puedo dar mi asentimiento a todo lo que
dijo Rafael, eruditísimo y gran conocedor de las cosas humanas,
confesaré fácilmente que hay en la República de Utopía muchas cosas que
desearía ver en nuestras
ciudades.
Cosa que más deseo que espero"
UTOPÍA, Tomás Moro
EL GRAN HOUDINI
Con los dientes las uñas y los huesos
con las últimas vértebras
desencajadas Con toda la furia
de las bestias que saben que se asfixian
con su orgullo de atleta su rabia de estar vivo
con la promesa acaso de un aplauso
o del cuerpo feliz de una muchacha
con el sabor del aire que le falta
rozando su epidermis despeinándole
con el sueño de un tibio futuro sin cadenas
un café junto al fuego una sopa caliente
así luchamos todos casi todos
sin que nos llamen
"grandes"
MARIO CUENCA SANDOVAL
...Feliz lunes.
Un beso,
Anay
domingo, 29 de enero de 2012
frank báez
Dentro de unas semanas voy a cumplir treinta años.
Comenzarán a salirme arrugas,
patas de gallina, papada.
Me crecerá de pronto un bigote tercermundista.
Perderé habilidades.
Adquiriré complejos.
Me pondré paranoico
ante la inminente caída del pelo.
Mi cancelación.
La cara en el espejo.
La disminución de neuronas.
El matrimonio.
Las deudas.
Las enfermedades de transmisión sexual.
La impotencia sexual.
A los treinta ya no enfrentas la vida
como un cazador de búfalos
sino como un tráfico que dirige el tránsito
y que teme que lo atropellen
y es que tienes más posibilidades de morir
que por ejemplo a los veintiuno
que fue la edad en que tomé una guagua a Cabarete
y me pasé la tarde y la noche sentado en la playa
mirando las olas del mar
y pensando en que caminaría entre las aguas
hasta ahogarme
como lo hizo la poeta uruguaya,
aunque al final desistí pensando en todos los poemas
que me faltaban por escribir.
O esa vez que bebía con una mujer ajena en un Car Wash.
O el tiroteo en Plaza Central.
O el año pasado que me metí en el mar
con un amigo ruso y las olas nos embistieron
semejantes a una manada de toros
que pensé que de esta no me salvaba nadie.
Llegar a los treinta gordo y con las posibilidades
de disfrazarte de Santa Claus en Navidad.
Tomando pastillas. Jugando la lotería.
Comprando productos bajos en calorías.
Empeñando prendas, licuadoras, anillos.
Visitando un psicólogo a escondidas.
Bebiendo los lunes con el equipo
de softball de la compañía.
Tener treinta y ser el hazmerreír de los poetas
de veintidós y veinticuatro.
Las musas siempre se van con los jóvenes poetas.
Tacharán mi teléfono y mi dirección de sus agendas.
Finalizada mi carrera de poeta
escribiré mi obra completa en el campo.
Todo mi público será un sarcástico gato.
A los 20 uno escribe poesía como si fuera un reactor nuclear.
A los 30 uno escribe como si fuera el operario del reactor nuclear.
Atravesaré los treinta sobre una tabla de náufrago
soñando que los cuarenta serán peores o mejores.
Triste como un vendedor de zapatos del Conde
retornaré de la oficina tarde en la noche.
No sólo tendré los zapatos mojados por la lluvia
sino también el ruedo de los pantalones,
las medias y los pies.
Frank Báez: Postales, Ediciones Liliputienses, 2012 -
Comenzarán a salirme arrugas,
patas de gallina, papada.
Me crecerá de pronto un bigote tercermundista.
Perderé habilidades.
Adquiriré complejos.
Me pondré paranoico
ante la inminente caída del pelo.
Mi cancelación.
La cara en el espejo.
La disminución de neuronas.
El matrimonio.
Las deudas.
Las enfermedades de transmisión sexual.
La impotencia sexual.
A los treinta ya no enfrentas la vida
como un cazador de búfalos
sino como un tráfico que dirige el tránsito
y que teme que lo atropellen
y es que tienes más posibilidades de morir
que por ejemplo a los veintiuno
que fue la edad en que tomé una guagua a Cabarete
y me pasé la tarde y la noche sentado en la playa
mirando las olas del mar
y pensando en que caminaría entre las aguas
hasta ahogarme
como lo hizo la poeta uruguaya,
aunque al final desistí pensando en todos los poemas
que me faltaban por escribir.
O esa vez que bebía con una mujer ajena en un Car Wash.
O el tiroteo en Plaza Central.
O el año pasado que me metí en el mar
con un amigo ruso y las olas nos embistieron
semejantes a una manada de toros
que pensé que de esta no me salvaba nadie.
Llegar a los treinta gordo y con las posibilidades
de disfrazarte de Santa Claus en Navidad.
Tomando pastillas. Jugando la lotería.
Comprando productos bajos en calorías.
Empeñando prendas, licuadoras, anillos.
Visitando un psicólogo a escondidas.
Bebiendo los lunes con el equipo
de softball de la compañía.
Tener treinta y ser el hazmerreír de los poetas
de veintidós y veinticuatro.
Las musas siempre se van con los jóvenes poetas.
Tacharán mi teléfono y mi dirección de sus agendas.
Finalizada mi carrera de poeta
escribiré mi obra completa en el campo.
Todo mi público será un sarcástico gato.
A los 20 uno escribe poesía como si fuera un reactor nuclear.
A los 30 uno escribe como si fuera el operario del reactor nuclear.
Atravesaré los treinta sobre una tabla de náufrago
soñando que los cuarenta serán peores o mejores.
Triste como un vendedor de zapatos del Conde
retornaré de la oficina tarde en la noche.
No sólo tendré los zapatos mojados por la lluvia
sino también el ruedo de los pantalones,
las medias y los pies.
Frank Báez: Postales, Ediciones Liliputienses, 2012 -
pepe
savonarolario
:: A ::
Acomudado: Dícese de quien se siente bien con su ropa interior.
Alocuaz: Callado en una conversación por falta de ganas de participar en ella.
Apollardarse: Tomar calidad de pollarda (ver 'pollarda')
Arbitriar: Ser colegiado en cualquier competición y pitar lo que te salga de los cojones.
Asoblar: Acto de sorber los mocos a la vez que lloras (fuente: Marichu, abuela de Javi Viadero)
pepe
sábado, 28 de enero de 2012
rené char / francisco cenamor
Devolvedles lo que ya no está presente en ellos,
Volverán a ver cómo el grano de la cosecha se encierra en la es¬piga y se agita sobre la hierba.
Enseñadles, de la caída al vuelo, los doce meses de su rostro,
Mimarán al vacío de su corazón hasta el siguiente deseo;
Pues nada ha naufragado ni se complace en las cenizas;
Y a quien sabe ver cómo la tierra se consuma en sus frutos
No le perturba el fracaso aunque lo haya perdido todo.
René Char en Los leales adversarios (1941-1950),
de Poesía esencial (Galaxia Gutenberg-Círculo Volverán a ver cómo el grano de la cosecha se encierra en la es¬piga y se agita sobre la hierba.
Enseñadles, de la caída al vuelo, los doce meses de su rostro,
Mimarán al vacío de su corazón hasta el siguiente deseo;
Pues nada ha naufragado ni se complace en las cenizas;
Y a quien sabe ver cómo la tierra se consuma en sus frutos
No le perturba el fracaso aunque lo haya perdido todo.
René Char en Los leales adversarios (1941-1950),
Barcelona, 2005 ed. y trad. de Jorge Riechmann).
http://franciscocenamor.blogspot.com
pepe
blaise cendrars (fragmentos)
Yo era un adolescente en aquel tiempo
Tenía apenas dieciséis años y ya no me acordaba de mi infancia
Estaba a dieciséis mil leguas del lugar de mi nacimiento
Estaba en Moscú, en la ciudad de los mil y tres campanarios y de las siete estaciones
Y no me bastaban las siete estaciones y las mil y tres torres
Porque mi adolescencia era entonces tan ardiente y tan loca
Que mi corazón, alternativamente, ardía como el templo de Efeso o como la Plaza Roja de Moscú
Al ponerse el sol.
Mis ojos iluminaban antiguos caminos.
Y yo era tan mal poeta
Que no sabía ir hasta el fondo
Blaise Cendrars
http://desdeelacantilado.blogspot.com/
pepe
maría salgado
"polvo físico, mi trabajo tiene que existir, aquí o allí, pero ha de haber algo que hacer, algo que quede hecho cuando se haga; nada de ese trabajo hueco que se ofrece al por mayor: dar flyers, hiperdiseñar objetos vacuos, trabajo subvencionado, trabajo comprado, trabajo no remunerado, trabajo de vaciado, trabajo volátil, trabajo gratis, desempleo sin tiempo, polvo de tiempo"
María Salgado
pepe
anoche
mariel, laia, mariano, òscar, fabi, ferran, jeannine, eva, júlia, cristóbal, ester, esther, josan, agus, julio, rosa, stella, xavi, ventura, antonio, lola, anaý, antonio, encarna, miguel, marta, y a todos los que vinieron a escucharnos anoche, gracias por estar! fueron unas horas de puta madre, intensas, veloces y repletas de emoción y complicidad con la poesía, con la vida. gracias a todos.
pepe
viernes, 27 de enero de 2012
pájaro
mariel manrique es pájaro. de una clase que no se escucha más que en contadas ocasiones. el vuelo de mariel es muy ligero pero muy tenaz, puede llegar a herir el aire. trazar círculos y romperlos. surcar huecos. reconocer el tiempo del alivio y el suelo frío desde el aire. el suelo roto, la ventana imposible desde lejos. no es pájaro de alto vuelo. es de campo, semilla, fruta roja. volando bajo abre espejos de aire cálido y el reflejo le hace orientarse hasta donde no llega la mirada. por eso espera entre las hojas a que despunte luz, pero no mucha. entonces canta en la raya de la noche y el día. y suena lejos. cerca de aquí.
pepe
jueves, 26 de enero de 2012
say
La cortadora de alambres. los síndromes de la cultura, las enfermedades fantasma. la fenomenología del cuerpo y la masacre de las impotencias éticas, el ansia de lanzar un estruendoso organigrama de destrucción para aquellos que nos esclavizan, el democrático socialismo donde los pobres han asumido su explotación, no muerdas la mano que te da de comer, no puedo hablarte de la diferencia entre tener y no tener siempre el último modelo de todo, dique roto, de tu mundo civilizado y la multiplicación de las posesiones, y el mundo de los que sólo acumulan amor con sus zapatos de plata entre los heridos ambulantes, lo inductivo de tu cuerpo en el mío, el tequila y la sal en el filo de los labios, las primeras ramas florecientes en los días oscuros, mis calcetines de lana en los países del norte, la habitación del gran terror y del desgarrador placer, una niña hambrienta, y la pregunta resuena, “si pudieras volver atrás en el tiempo, y decirle a tu propia infancia un secreto para vivir ¿cuál sería?”…
pepe
un poema de noni benegas
Cómo disolver una casa la estructura
de canela simple sólida en la memoria
los travesaños de letras de molde
y las ventanas que enmarcan un único paisaje
lívido de la infancia
Cómo estallar la ceniza y absorberla
por un agujero negro o mejor luminoso clarísimo
que brille hasta el fin y se apague
cómo no entrar ni salir que no haya un porche
ni una escalera ni una sala ni una madre
al fondo de un sillón y un hermano por siempre en el baño
descubriendo su adolescencia
Cómo una vez la casa quieta borrar
la ausencia del padre
instalada con rabia de polvo en el vacío
Noni Benegas. De La Balsa de la Medusa
http://nonibenegas.emboscados.com/poema5.htm
pepe
la poderosa secta está en su salsa
Fijáos lo que dice esta banda de célibes, esta panda de obispillos que viven como dios:
-El arzobispo de Granada (Javier Martínez): "Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella".
-El arzobispo de Bruselas (André-Joseph Leonard): "El sida es un acto de justicia".
-El arzobispo de Panamá (José Domingo Ulloa): "Los homosexuales juegan con fuego".
-El obispo de Cancún-Chetumal (Pedro Elizondo): Hay que perdonar a curas pederastas; no sabían lo que hacían".
-El obispo de San Cristóbal de las Casas (Felipe Arizmendi): "El erotismo impide respetar a los niños".
-El obispo de Tenerife [sobre la pederastia] (Bernardo Álvarez): "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan".
-El obispo de San Sebastián (Jose Ignacio Munilla): Existen males mayores que los que esos pobres de Haití están sufriendo en estos días. Nos lamentamos mucho y ofrecemos nuestra solidaridad, pero deberíamos llorar por nosotros, por nuestra pobre situación espiritual, por nuestro materialismo, que es un mal más grande que el que esos inocentes están sufriendo".
-El obispo de Córdoba (Demetrio Fernández): “La Unesco quiere hacer que la mitad de la población sea homosexual”.
-El obispo de Segorbe-Castellón (Juan Antonio Reig Pla): “La educación sexual en las aulas se reduce a “exaltar la homosexualidad”.
-El obispo de Cracovia (Tadeusz Pieronek): "El Holocausto es un invento judío"
compartido con manuel martínez forega
en http://www.facebook.com/profile.php?id=1603009729
pepe
parra
Jóvenes,
escriban lo que quieran
en el estilo que les parezca mejor.
Ha pasado demasiada sangre bajo los puentes
Para seguir creyendo -creo yo
que sólo se puede seguir un camino:
En poesía se permite todo.
Nicanor Parra
en el estilo que les parezca mejor.
Ha pasado demasiada sangre bajo los puentes
Para seguir creyendo -creo yo
que sólo se puede seguir un camino:
En poesía se permite todo.
Nicanor Parra
miércoles, 25 de enero de 2012
lenguaraz, de erika martínez
Asistimos a la muerte ajena como a un eclipse.
·
Los hijos corren hacia nosotros alejándose.
·
La familia nos sobrevalora porque formamos parte de ella.
Los amantes nos sobrevaloran porque los sobrevaloramos.
Los amigos consideran que valemos lo justo.
·
Los infieles son cleptómanos del amor.
·
La promiscuidad es una verdad contagiosa.
·
Son tantos mis vicios que no logro profundizar en una mala senda.
·
La inmensidad puede surgir de un centímetro, de un clítoris, de un aforismo.
·
La buena literatura aparca en prohibido, la mala crítica en zona para minusválidos.
·
La teoría disfruta husmeando en los hornos antes de comerse el pan.
·
Una larga convalecencia genera novelistas. La proximidad de una catástrofe, poetas. ¿De qué agujero salen los aforistas?
·
Los ejemplos golpean al pensamiento abstracto. El aforismo es su hematoma.
Erika Martínez. Lenguaraz (Pre-textos, Valencia, 2011).
pepe
órbita cementerio, de nuria ruiz de viñaspre
ayer tarde, en la radio teníamos un paquete esperándonos. dentro, el último libro de nuria ruiz de viñaspre, órbita cementerio, en luces de gálibo. una muy cuidada edición. le echamos una ojeada y tiene un pinta estupenda. así pues, gracias por el envío, nuria....y un abrazo sopero!
pepe
mientras tonto
utilizo whatsapp para comunicarme y ahorrar pasta. sí, nos quieren tontos. que escribamos tonto. nos brindan un montón de emoticonos para que emborronemos todavía más lo que queremos decir. debe ser un alivio para ellos. criar seres tontos, no otra consigna. añadamos el diccionario incorporado que cuando escribes plaza, por ejemplo, la dichosa confabulación presupone que será más conveniente para ti y para el receptor de tu mensaje que digas zapato. no quieren que nos entendamos, no. no soportan que hablemos claro.
lo peor de todo es que creemos ahorrarnos un potosí y nos estamos gastando el lenguaje entero. hablar por teléfono tiene un coste real 0 (cero).
nos quieren 0. quieren 0 para nuestros cerebros y bolsillos.
quiero hablar por teléfono gratis. decir ¿cómo estás? no debería ser una jugada maestra auspiciada por estos cabrones de los mil hilos.
etc.
òscar
luis miguel
Al languidecer viene en tu búsqueda y crees que se asemeja al dolor por la intriga que consiste en cruzar la calle a través de otros ojos, viene a por ti y jamás se levanta. Volverás a serenarte tarde o temprano. No es posible decirle a C. que el miedo se adentra en su sangre como una verdad, tampoco que corre la memoria a exasperarse contigo. Ni siquiera es discutible que hoy sea el día pactado, no aparece la muerte, no presientes por qué. Se les nota el cansancio en los muslos, sobre todo entre los muslos, no les preguntan por el tiempo que les costó reconocerte: quién lo diría, quién estaría de acuerdo con el trastorno representado por la mujer que no está. No llegues, no hasta que lo disponga el dueño de tanta desdicha. Observa sus manos, no tienen geranios ni uñas pintadas en la terraza que poner ni color. Abrázalo ahora mismo.
Luis Miguel Rabanal
pepe
martes, 24 de enero de 2012
esta tarde, de 8 a 9, sopa de prótesis
bien. esta tarde no os libráis. y digo esto porque en la sopa de hoy martes a las 8, tendré el inmenso placer o el gustaco de poder compartir con mariano y con òscar un programa muy especial, en el que por fin podré pronunciar una frase mítica: -yo he venido aquí a hablar de mi libro!
asín es, amig@s, os invitamos a degustar hoy un aperitivo de lo que será la presentación de prótesis el viernes 27 en el cèntric espai cultural de el prat, a las 7 de la tarde, donde me acompañarán la magnífica y bella poeta laia lópez manrique, familia lejana de don jorge; mi bróder mariano martínez, de los martínez de toda la vida, fino editor local de manos mágicas para el papel y el diseño y mi otro bróder, òscar solsona, de los añejos solsona de los álamos, que ilustra el libro con esmero y precisión.
creo que podré explayarme con descaro y familiaridad totales, que es lo que al fin y al cabo persigue el autobombo que me estoy dando esta semana. pero, eso sí, junto a la poesía, no faltará el humor. eso nunca. como siempre, podéis escucharnos en elpratradio.cat o seguirnos en nuestro facebook. os esperamos.
lunes, 23 de enero de 2012
un milagro corriente
Un milagro corriente:
que se produzcan tantos milagros corrientes
Un milagro ordinario:
el ladrido de los perros invisibles
en el silencio de la noche.
Un milagro del montón:
una nube menuda y ligera,
capaz de tapar la luna llena y compacta.
Muchos milagros en uno:
un aliso que se refleja en el agua
y que se vea invertido de izquierda a derecha
y que crezca allá con la copa hacia abajo
y que no llegue al fondo
pese a la poca profundidad del agua.
Un milagro cotidiano:
vientos de ligeros a moderados,
borrascas en plena tormenta.
Un milagro cualquiera:
las vacas son vacas.
Otro milagro, quiérase o no:
este huerto y sólo éste,
de esta pepita y sólo de ésta.
Un milagro sin frac ni sombrero de copa:
palomas blancas en desbandada.
Milagro, porque cómo llamarlo si no:
hoy el sol ha salido a las tres catorce
y se pondrá a las veinte cero uno.
Un milagro que no sorprende lo debido:
una mano tiene menos de seis dedos,
pero tiene más de cuatro.
Un milagro, y basta con abrir bien los ojos:
el mundo omnipresente.
Un milagro tan adicional como adicional es todo:
lo impensable
se puede pensar.
Wislawa Szymborska (Kórnik, Polonia, 1923)
de Paisaje con grano de arena, Lumen, Barcelona, 2005
http://emmagunst.blogspot.com/
los lunes de anay (sinalefas)
"Y entonces, por sorpresa,
tú me preguntas si me acuerdo de ella."
JOSÉ LUIS PIQUERO
ESTÁS ENTRE LAS COSAS QUE ME ACECHAN
Estás entre las cosas que me acechan;
en el mar de esta tarde no esperada
que hoy es una tristeza y un fracaso;
en la luz del otoño y su arboleda
de rumores y sombras; paseando
por Roma, perdida entre la música
antigua de las fuentes; en el cuerpo
de una mujer que se peinaba cerca
de la arena y del mar; en cierto rito
de un día ya lejano; en el insomnio,
que es donde yo me escucho; en esas cosas
- una mirada, un hábito, un acento -
sin ninguna importancia, que nos pasan
y que no se resignan al olvido.
VÍCTOR
BOTAS
...Feliz lunes.
Un beso,
Anay
huérfanos
el suelo mueve los pies
y el alero del tejado en sombra
pero el frío da sueño
¿compraste la ración que te pertoca?
te cueces en la piel del pez
mudas en tierra voceas en silencio
la cabeza en la almohada
cansa los párpados en la fotografía
de los huérfanos se vela
la astucia del obligador
hay que salir del agua sucio -dice-
y ambos te miran
pepe
domingo, 22 de enero de 2012
btv
anoche y esta tarde en btv dos pelis de factura y género distintos que hacía tiempo que no veía y que siguen sin cansar. al contrario, tienen un resorte dentro -contención narrativa y emotiva, manejo del tiempo- que las hacen seguir aguantando el tirón. el cazador (the deer hunter, michael cimino 1978) y regreso a howards end (james ivory, 1992).
pepe
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