grueso, granate,
aterciopelado. Se alimenta
de muchas especies y de
sólo una. La busca en la
noche, la encuentra, y se la
bebe, gota a gota, rubí
por rubí.
Mi alma tiene miedo y tiene
audacia. Es una muñeca
grande, con rizos, vestido
celeste.
Un picaflor le trabaja
el sexo.
Ella brama y llora.
Y el pájaro no se detiene.
pepe
3 comentarios:
Pepe,me encanta Marosa di Giorgio!
me encanta verla aquí, traída por ti!
Un fuerte abrazo!
gracias, say!
otra poeta a la que sólo conocía de nombre. el poema es hermoso.
besos
pepe
Este poema de Marosa es fantástico, fantástico de verdad. Tiene poemas Marosa hermosísimos pero inquietantes.
Me encanta su mundo de flores, de naturaleza exuberante y desbordada, de jardines vorazmente carnales...
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