en el poble, una paloma yacía -muerta e incólume- a unos quince metros del pino de tiza. ella me dio la clave de lo que me levanté pensando esta mañana.
el niño nace vivo tras nueve meses de gestación en el vientre materno. el viejo, cuando muere, más o menos hace lo mismo. no sé decir cuánto tiempo está muerto después de morir. no se acaba todo inmediatamente. por eso respeto tanto a los cadáveres, para no perturbar aquello que tienen que hacer. no, no sé desvelar qué es. un tránsito, sí. hacia adelante. algo. algo que vi en aquella paloma de campo. lo vi el ella. tiza lo hizo. eliminó peso corporal y cuando la cogí en mis brazos, cuando ya había cavado el pequeño hoyo en la tierra. parece que lo primero es quitar lastre, el peso del cuerpo. el cuerpo se convierte en no-peso, después de unas horas y tras haber eliminado líquidos o algo por el estilo. no sé qué es, no.
eso vine a contar esta mañana. morir es un trámite, algo sencillo. por eso a mí me gusta eliminar papeleo en la vida, en la poesía, en todo. me dedico a vivir, algo tan hermoso, la vida, adelante, ahora que no creo en los filósofos ni en los poetas, sino en el tránsito vivísimo de la paloma viva y en la mucha vida que transmite esa misma paloma cuando muere naturalmente.
por la vida, entonces.
el niño nace vivo tras nueve meses de gestación en el vientre materno. el viejo, cuando muere, más o menos hace lo mismo. no sé decir cuánto tiempo está muerto después de morir. no se acaba todo inmediatamente. por eso respeto tanto a los cadáveres, para no perturbar aquello que tienen que hacer. no, no sé desvelar qué es. un tránsito, sí. hacia adelante. algo. algo que vi en aquella paloma de campo. lo vi el ella. tiza lo hizo. eliminó peso corporal y cuando la cogí en mis brazos, cuando ya había cavado el pequeño hoyo en la tierra. parece que lo primero es quitar lastre, el peso del cuerpo. el cuerpo se convierte en no-peso, después de unas horas y tras haber eliminado líquidos o algo por el estilo. no sé qué es, no.
eso vine a contar esta mañana. morir es un trámite, algo sencillo. por eso a mí me gusta eliminar papeleo en la vida, en la poesía, en todo. me dedico a vivir, algo tan hermoso, la vida, adelante, ahora que no creo en los filósofos ni en los poetas, sino en el tránsito vivísimo de la paloma viva y en la mucha vida que transmite esa misma paloma cuando muere naturalmente.
por la vida, entonces.
òscar
anoche, a las 23:50, el reloj de pared del umbral de la cocina, se quedó sin pila. se paró. no obstante, ahora, con las pilas muertas, marca las 06:35. a eso me refiero.
5 comentarios:
21 grams? :) seria molt bonic :)
película emocionante y muy hermosa, 21 gramos recoge esa idea de pérdida de peso para pasar la laguna estigia, -caronte aguarda-. y también que la vida remonta el vuelo siempre con el amor.
la imagen de la paloma de campo -a la que he visto batir alas en alamús, en el centro del verano- y que ahora òscar observa junto al árbol donde anida, quizá es la imagen de nuestra forma de continuar con vida después de todo.
pepe
también pensé, al leerte, en esos 21 gramos de los que hablan clídice y pepe. dicen que es el peso de un colibrí o una onza de chocolate. dicen que es el peso del alma al abandonar el cuerpo.
no sé qué es ... pero es bello.
besos,
Tu M.
Brutal...
no he vist la pel.li...
21 gramos es un bonito peso...
gracias, amigos,
besos,
ò.
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