El día queda atrás,
apenas consumido y ya inútil.
Comienza la gran luz,
todas las puertas ceden ante un hombre dormido,
el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.
El tiempo,
la gran puerta entreabierta,
el astro que ciega.
No es con los ojos que se ve nacer
esa gota de luz que será,
que fue un día.
Canta abeja, sin prisa,
recorre el laberinto iluminado,
de fiesta.
Respira y canta.
Donde todo se termina abre las alas.
Eres el sol,
el aguijón del alba,
el mar que besa las montañas,
la claridad total,
el sueño.
Blanca Varela
pepe
2 comentarios:
Quizás es este uno de los mejores poemas de Blanca varela, quien hace muy poco no dejara, físicamente.
Un gusto pasar a tu espacio para cerrar el año.
Saludos...
gracias a tí, ángel.
saludos y buen 10!
pepe
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