ya de regreso, misma carretera, fabi en su trabajo, y veo una moto y a unos cien metros, junto a ese gato, a un hombre, sin duda el conductor del ciclomotor. estaba cogiendo los restos del animal.
no sé más.
ahora sigue mi deseo contando: el hombre ha cogido al gato y lo ha enterrado, en el campo verde de al lado, un terreno amplio y hermoso.
eso he querido hacer yo y no me he atrevido. no se puede pasar junto a un animal muerto en la carretera y no enterrarlo. a ese hombre le doy las gracias por hacer lo que yo tenía que haber hecho.
no sé porqué os he contado esto. sí lo que vine a hacer: contaros un mail que he recibido de chantal maillard. es que me ha parecido que ella sí se atreve. estoy feliz y muy emocionado por lo que podéis ver ahora: el muro de ixelles.
muchas gracias, gato. muchas gracias, chantal. muchas gracias, amigo, por enviarme más fotografías del muro de ixelles... muchas gracias por darme la oportunidad de emocionarme.
a la memoria del gato.
òscar
*por favor, leed el texto del mail de chantal porque es un regalo.
Acabo de volver de Bruselas, donde se ha inaugurado una obra para la que colaboré con el artista plástico Emilio López-Menchero, quien a la inversa que yo, es de origen español, pero creció en Bruselas. A instancias de la organización literaria neerlandesa Het Beschrijf, se organizó un ciclo intercultural de poesía en la ciudad de Bruselas, en la que cuatro poetas extranjeros colaboraron con cuatro artistas locales. A nosotros nos tocó el barrio de Ixelles (XL en la obra) que es, azarosamente, el barrio donde nací. Tanta coincidencia era para mí una llamada inapelable, así que puedes imaginarte que acepté encantada, pues además era la ocasión de seguir con unos viajes de retorno que había emprendido al par que unos cuadernos de la memoria.
Y aquí está el resultado: cuatro pequeños poemas míos recorren en seis idiomas,
sobre un friso de esmalte azul como el de las placas que llevan el nombre de las calles, a lo largo de 200 metros, el muro del cementerio. Una proeza, desde el punto de vista político, que llevó dos años de papeleos hasta obtener finalmente el permiso de las instituciones públicas. Y un curioso aditamento: a los cinco idiomas que se utilizan en aquel barrio estudiantil (el muro separa, o une, según se vea, la universidad flamenca y la francófona): castellano, neerlandés, francés, inglés y vietnamita, vienen a sumarse unos pictogramas para discapacitados. Es fácil entender que traducir poemas, con sus abstracciones, a jeroglíficos fue, junto al de las fijaciones de las tiras de esmalte, uno de los mayores problemas con los que nos encontramos.
Pero ahí está, y es todo un monumento a la memoria:
Irse
contando los pasos.
Asombrarse de que alguno quedó atrás y nos impide
seguir contando.
A la memoria personal, la de los desterrados, los emigrantes, los viajeros, pero también la de los ausentes, vivos o muertos:
A un lado del muro
o al otro,
¿qué cambia
si a ambos lados
el muro nos separa?
Aquel muro separa en efecto, los muertos de los vivos. Yo, que volvía Bélgica en busca de la memoria de mi infancia, me encontraba escribiendo sobre el muro que separa el final ya entrevisto de mi vida del punto exacto de su comienzo.
Pero no era tan sólo ese muro, eran todos los muros, aquel sobre el cual escribía.
La risa es un arma defensiva,
¡Defendámonos pues!
¿Dónde está el enemigo?
Y lo más asombroso, el inicio mismo de mis viajes de retorno, un destello apenas entrevisto, el de un charquito de agua en el fondo de una carretilla, estaba allí, está ahora, permanentemente inscrito:
El olor de la hierba en la mañana.
Un charquito de agua
estancado en el fondo
de una carretilla.
A mis amigos les digo: Cuando viajéis a Bruselas, no dejéisde ir a Ixelles y emprended el camino a lo largo del muro de su cementerio. Allí estaré, esperándoos.
18 comentarios:
joder, hay cosas que a uno le llegan.
ò.
Conmoción, hermano búfalo.
Mira, hoy mismo, tal y como lo has descrito, quiero ser ese gato. Sentirme así, cuidado por esas palabras tuyas y enterrado por aquel hombre compasivo en el campo.
Me parece una gran idea la de colocar obras de poesía no perecederas en lugares públicos de la ciudad. Aquí sólo plantan cemento, arrancan árboles y colocan marquesinas para anuncios. En ciertas cosas la Europa del norte nos lleva alguna ventaja...
Y os cuento una anécdota del otro día en Sabadell. Vosotros ya os habíais ido, pero los que nos quedamos vimos cómo acababan los actos. Les regalaron un ramo de flores a cada uno de los poetas. Una de las poetas dio un respingo: en su ramo, en una flor, descansando, había un gusano. La poeta pidió que por favor le quitaran aquel bicho inmundo. Chantal lo escuchó y pidió: "¡Ponedme el gusano a mí!". Y ahí hubo una delicada operación de trasvase del pequeño gusanito, que fue a hacer su morada en una enorme flor del ramo de Maillard. Ella, tan contenta.
abrazos
buenísima anécdota la del gusano. ese modo de sentir lo que vive.
la obra de ixelles es hermosísima.
besos,
ò.
gracias por lo del gato, por todo.
El poeta que no quiso el gusano debía de haber sido enterrado en vez del gato...bueno, a lo mejor es un poco fuerte, pero dice el talmud: el destino del hombre el gusano. el destino del gato fue encontrar una persona. que bien. con lo escasas que andan.
oscar, querido, tu no parar no fue una falta sino un exceso ¿ crees que no te he calado? el gato, el gusano, chantal, tu hermano búfalo y yo, te queremos.
joroba, maría jesús, qué bien sienta vuestro cariño y eso que dices que fue por exceso, me reconfortan vuestras palabras, claro...
besazos,
òscar.
volvamos a maillard...
ò.
María Jesús:
seguro que fue por exceso, y también por delicadeza, por pudor de bufalito...pero ya esas palabras y esa atención amorosa fue una manera de enterrar al gato. Òscar trazó el itineario del gesto que aquel hombre anónimo completó después. Ambos pertenecen a un mismo cauce compasivo.
En cuanto a esto: "el gato, el gusano, chantal, tu hermano búfalo y yo, te queremos"... yo creo que sí, que es cierto, y que lo queremos para siempre y hasta que caiga el telón.
abrazos a ambos
cachislamar...
ò.
Rebuscando por Internet aparece una invitación a la inauguración de la obra en el muro, y cita así a sus autores:
"Emilio López-Menchero, artiste belge
Chantal Maillard De Coster, poète spagnole"
El lector belga medio sin duda pensaría que se trata de un error, y no... Qué curioso...
qué cosas hay en internés.
saludos,
ò.
On dit la presse: "Quand ils m'on dit que si je participais c'est Ixelles que me serait atribuée, j'ai sorti ma carte d'identité avec émotion", se rapelle Maillard, "Ixelles, c'est le lieu de mon enfance. Là on me demandent d'y revenir pour orner le mur du cimetière. C'est un cercle. De la naissance à la mort prochaine".
Et je lis ça avec émotion. Je t'aime.
anónimo,
gracias por tus palabras y emoción. creo que ententendí.
òscar.
Traduzco, búfalo, por si acaso:
"Cuando me dijeron que si participaba me asignarían Ixelles, saqué el carnet de identidad con emoción", recuerda Maillard, "Ixelles es el lugar de mi infancia. Me piden que regrese allí para adornar el muro del cementerio. Es un círculo. Del nacimiento a la muerte próxima."
La muerte la quiero lejana, lejana, claro... :(
abrazos
joder, insisto en la emoción.
como un neurotransmisor mucho más eficaz que los de la cabeza.
límites, círculos.
el muro del cementerio para "aplacar". poner orgullosa y humildemente la placa de vivir.
gracias por traducir, querido hermano búfalo,
besos,
ò.
"eso he querido hacer yo y no me he atrevido"
He sufrido esa sensación varias veces. Mi falta de atrevimiento… mi cobardía, mi…humanidad
Se han superpuesto gusanos, gatos, poetas, búfalos… es hermoso. No puedo decir mucho más. Igual me vuelvo a sentir cobarde y retraído.
Cuidaros mucho y ser felices, por favor.
bash, muchas gracias por tu comprensión...
besos,
òscar.
Atrevámonos...
¡eso!
ò.
Publicar un comentario