Los hijos son como insectos de alabastro
en las noches de insomnio de madres y tejados
se deslizan a la parte delantera de las casas
como si anunciaran la ruina
sobre nuestras cabezas.
pppppppppppppppppppppppppppppppppppppp
Hay días en los que el tiempo se posa en el paño
sobre la mesa de la cocina como un frutero
y los presentimientos nos persiguen como perros
en noches de verano, las prensas en los dedos
como úteros dentro de las madres.
pppppppppppppppppppppppppppppppppppp
Alguien tiene que morir
para que comprendamos la naturaleza de las casas,
el modo como se disponen geométricamente
las rosas sobre la tierra.
pppppppppppppppppppppppppppppppppppp
José Rui Teixeira
rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
pepe
3 comentarios:
Es un poema conmovedor
y el blog de miriam, un puntazo.
pepe
el poema es de los que pica, sí.
besos,
ò.
Publicar un comentario