mucho sol de oreja a oreja
ahora que me puse de octubre
de buen octubre / las olas mansas
toman el testigo de hablar por mí
mientras contemplo su estómago
abisal de peces fluorescentes
con la arritmia excelsa de los osos
abandono este oficio y voy montaña arriba
hacia la cueva de tu vientre que ofrece
la exquisita palidez de una oración
sin ningún verbo que pudiera molestarme.
òscar
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