a veces, me sale el ex-publicista que llevo adentro. veo este cartel de mi hermano y sus chicos. me subo por las paredes, me bajo y lo aplaudo.
¿puede hacerse peor? no.
¿puede hacerse mejor? no. es sublime.
alguna vez que he hablado sobre publicidad con mi hermano, le he dicho que no hay mejor publicidad que la realizada por el propio cliente. que las agencias de publicidad (ahora, estudios) no servían ni sirven para nada, que todo es pantomima y alta factura.
de tan malo, es muy bueno.
esos perfiles vaciados, sus sombritas, la cuquería choni que respira. el papelito blanco de arriba, el código de las narices, la dirección web, dos teléfonos y no tres ni uno. el cargueteado brutal del tercio inferior, repitiéndolo todo, con seis cojoncillos, sí señores.
pero este cartel, amigos y amigas, respira ilusión por todos sus poros y TIENE FONDO. ¿quién hizo este fondo a rotulador, por favor? si lo hizo mi sobrina oliana, me gana. si lo pillaron de google images, me gana. si lo hizo cualquier chiquillo o chiquilla, me gana.
así, me parece que nos encontramos frente a uno de los mejores carteles que la publicidad haya dado. lo digo en serio. si ya era fan de los trabajos de retrato humano (mirad sus vídeos) ahora, ya, ni os cuento...
enhorabuena, quedo a vuestros pies, os hago la ola. muy fan. enorme lección la que me habéis dado este lunes, recién levantadito que estoy.
òscar
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