en febrero hará veintidós años que estoy en este piso. me gusta escuchar. habían sonidos... el tren, las campanas, las gallinas, la anciana de abajo hablando con su perrito lupi... estoy desconcertado, lupi murió antes que mi gata, la anciana dejó de hablar y sigo subiéndole el carro de la compra; las campanas se oyen de higos a peras, según el viento, porque demolieron el viento; las gallinas no hay gallinas porque la pareja murió y tiraron abajo la casa, tenían un loro de setenta años que también murió mucho antes de un ataque al corazón... pese a los sonidos perdidos, los días que aun estoy en la cama, antes del alba, me gusta escuchar la respiración de mi chica. todo parece seguir su curso. a veces el río trae más agua y otras no. al río también lo desviaron un par o tres de veces, pero no pueden hacer nada. en unos años me crecerán muchos pelos en los oídos y se me agrandarán las orejas. entonces iré perdiendo oído, como mi padre.
òscar
4 comentarios:
Pero aunque pierdas oido tú siempre escucharas los sonidos del mundo porque miras como si fueras poeta. O más bien lo eres.
Un abrazo Oscar.
Lola TOrres
qué alegría leerte, querida lola!
abrazos!!
Pensaba que no actualizabaís el blog, como ahora está la jodienda del facebook. Pero veo que tendré que despertar de letargo para seguir de nuevo vuestros pasos.
Un abrazo Óscar y cimpañia.
FELICES FIESTAS
Lola Torres
gracias , lola. igual no lo actualizamos mucho. lo de cimpañía me encantó. chimpacinía. mis chimpancés pepe y mariano. ay, lola... besazos!!!
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