todo vino a través de un pequeño juego. quité el sonido del televisor. estaban dando un programa donde enseñan enormes casas. a partir de ahí pensé que pronto, las selecciones de personal en cualquier entrevista de trabajo, se harán sin palabras... un juego perverso y aclaratorio. ni voz ni palabra escrita, sin currículo, solamente lo que dice el cuerpo. pasé a la poesía, sin palabras ni grafismos. luego, lo mismo con los vídeos. he pasado por mil y un supuestos. vaciar la articulación sonora de los humanos, ver cómo somos, no qué decimos. el retrato es demoledor. ahora, me voy al espejo.
òscar
2 comentarios:
Se me ocurre que sin el sonido sonoro de las palabras en los tímpanos y las consiguientes asociaciones internas todo aparecería como un devaneo más bien triste, una vanidad a la intemperie.
es exactamente como se ve. al desnudo.
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