os contaré una anécdota.
hace varios años jugaba a subbuteo online. hoy entré después de mucho tiempo. imagino que la mayoría de jugadores son chiquillos, no lo puedo asegurar. el caso es que encuentras tipos muy curiosos.
un jugador quiso ganar a toda costa y se encerró en el pico del córner en cuanto hubo marcado su gol. repetía sin parar que yo había iniciado el juego con las características de campo que a mí se me habían antojado y que eso le legitimaba a jugar así. traté de darle otro punto de vista pero fue imposible. tú has elegido y yo puedo jugar así, repitió incansable.
otro jugador, un virtuoso, me iba aplastando con un juego muy superior al mío. entonces, lancé una propuesta, para tratar de salvar el encuentro:
- juegas muy bien, yo no tanto. eso sí, a mí a penaltis solamente me han ganado una vez.
el chico entró al trapo de inmediato, comenzó a hacerse auto-goles hasta empatar el partido. así, llegamos a los penaltis.
tanda de cinco:
tira él, marca.
tiro yo, marco.
tira él, detengo.
tiro yo, marco.
tira él, detengo,
tiro yo, marco.
inmediatamente, el muchacho me suplicó que abandonara la partida, dándole así a él los puntos. era lo justo (?). por supuesto, le hice caso al instante. se llevó el partido y los puntos, más feliz que una perdiz. ¿puedo ser tu amigo?, dijo. claro, le respondí.
estas formas de ir por la vida, me fascinan, los dos modos. así les irá en el futuro que ya está aquí. en fin, buena suerte a todos.
ya, ya... un poco friki... pero la lección me estaba esperando en el lugar más insospechado.
òscar
2 comentarios:
Una lección puede esperarnos en el lugar más insospechado, es cierto. Yo jugaba al subuteo, pero al real, con aquellos muñecos sobre plataform redonda. Era un buen juego. Saludos.
saludos, marcos. gracias por tu comentario.
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