hijo, no soy tu padre. porque mi padre
es mi padre. y no puedo engarzarte en la cadena de propósitos
bienintencionados pero que llevan en la estirpe la mirada del antílope.
porque te quiero demasiado. querría que no fueras mío y que adoraras la
hierba que te sostiene y nutre. y que no te cagaras en ella como en un
árbol genealógico. que hicieras mierda en tu tripa para reconstruir la
tierra maldita pisada, en nombre de quien no anda nominado. que no
rumiaras demasiado. que dieras lametazos a siniestro. que no te ganase
nunca la verdad mentirosa ni lo eterno. hijo, no soy tu padre por el
amor que te profeso. y sin embargo, que existas.
òscar
4 comentarios:
la hostia puta, mamelú!
pepe
Te pasas de frenada querido Òscar, te sales. Y además imagino que te ha salido todo seguido, cabrito.
Besos admirativos.
....un antes y un después de esta poesía! impecable desde inicio a fin...motivadora, transparente, viceral.....en fin vos mismo.
creo que yo también "besos admirativos"
muchas gracias, guapassss... me crees fijo si digo que no tiene importancia... que la escritura al cabo...
hala, besazos!!!
Publicar un comentario