uno de los brazos que puede acabar con el capitalismo-consumo viene de la mano de los propios consumidores, mañana serán ellos (seremos) los únicos encargados legítimos de hacer publicidad de aquello que sí y denunciar aquello que no. la punta de lanza comienza a gestarse.
esta mañana he pasado un rato delicioso con albert buisán. la reflexión nace de ahí. comparto.
òscar
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