En esta nueva creación, Israel Galván se acompaña de la voz del canto solitario de Inés Bacán y del piano solo de Sylvie Courvoisier, además del habitual Bobote al compás. El artista de flamenco propone un espectáculo diferente, opuesto a su última creación, Tabula Rasa, para seguir investigando e innovando el lenguaje flamenco. El nombre del espectáculo nace del peaqueño teatro de París La Courbe, donde Vicente Escudero representó un espectáculo “cubista” hacia el 1924.
La curva responde a la inquietud del artista flamenco de unir el flamenco más profundo con la música contemporánea. “La curva nace de mi familiaridad con el silencio. De mi necesidad de desestructurar los recitales flamencos, donde cante, música y danza están íntimamente ligados. Quería ver cada elemento por separado, mostrar el silencio. La curva es también la segunda parte de La edad de oro. Allí me enfrento a un cantaor y un guitarrista. Aquí voy hacia lo femenino, con dos mujeres, una muy jonda y otra muy vanguardista. La dos juntas, es mi idea de mujer artista”, explica Galván.
pepe
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