potablava13 (comentarios en su blog, please)
Prótesis, Pepe Maiques
Mariel Manrique fue la encargada de iniciar la presentación del libro de Pepe Maiques, Prótesis,
el pasado viernes en El Cèntric con este vídeo. Mariel –autora del
prólogo- nos dejó a todos los presentes sin aliento y con las lágrimas
recorriéndonos las mejillas. Allí estaba ella, en una calle de la
majestuosa Buenos Aires leyendo los poemas de Pepe, haciéndolos suyos
para compartirlos con todos. Mariel cogía a Prótesis y lo
estrujaba contra su pecho mientras todos los demás libros de su librería
se morían de envidia. Mariel nos tatuó en el “hueso” su mirada, su voz,
sus palabras, su generosidad y su fuerza. Tras el vídeo, nos deshicimos
en aplausos. Mariel dejó de estar en esa calle de Buenos Aires, dejó su
casa y su librería para sentarse y disfrutar con nosotros.
Después de Mariel le llegó el turno a Mariano Martínez, editor del libro. Mariano, emocionado con el vídeo, apenas le salían las palabras, pero consiguió deleitarnos con un discurso de total fraternidad, una oda a la amistad y a la defensa de la buena literatura que tan poco espacio tiene entre la comercial. Y es que el amor que se tienen los soperos es latente. Mariano enlazó perfectamente sus palabras con las de Mariel dejando así que la emoción siguiera creciendo. Ya no existían las distancias, todos estábamos unidos por una misma prótesis. Òscar Solsona, ilustrador del libro, cogió el relevo. Sus dibujos son pequeños y sutiles, pero indispensables. Sin el perfil de esa persona que vemos encima de cada número de las páginas del libro, Prótesis no podría ser Prótesis.
Cuadro extraído de Google Imágenes |
Mención a parte merece la aportación de Laia López Manrique. Laia tuvo la generosidad de compartir con todos nosotros su lectura personal del poemario. Nos deleitó con las similitudes entre Prótesis y un cuadro de Brueghel el Viejo, La caída de Ícaro. El cuadro representa un paisaje totalmente tranquilo, hasta que nos percatamos de que hay una persona ahogándose, alguien que no ha podido salvarse, mientras que el resto sigue con su vida cotidiana, la cual cosa hace que el espectador sufra por ese personaje al que tan solo le vemos las piernas.
Tras la magnífica exposición de Laia, Pepe, emocionado, dio las gracias y nos deleitó con su arte y con su gracia. Leyó algunos de los poemas que conforman Prótesis y defendió que debemos expresarnos, soltar lastre, en definitiva, compartir el dolor para que deje de doler, para sanarnos. Como dijo Antonio Ezpeleta en el turno de ruegos y preguntas y más tarde reafirmó Anay Sala, Prótesis “hace pupa”. Quizá este libro sea eso que nos decían nuestras madres cuando éramos pequeños y al caernos nos hacíamos una herida “si escuece es porque se está curando”.
Mosaico de Ventura Camacho |
Prótesis
es esa pieza extraña que le ponemos a nuestro cuerpo para sobrevivir.
El aparato que adaptamos sobre el muñón de la pierna izquierda para
poder seguir andando. Al principio duele, nos cansa caminar, pero al
final, esa cosa ajena a nosotros se convierte en algo más del cuerpo,
acaba siendo nuestro, y por lo tanto, imprescindible. La prótesis acaba
siendo más importante que la pierna izquierda que se quedó en el camino,
ya que gracias a ella, conseguimos seguir caminando hacia delante.
cuerpo alejado del sótano del día
habitación caliente
penumbra en oleadas debajo de la sábana
que el mar alarga al fondo de los cables
la carne seccionada
por hábiles mecánicos
extendida con ganchos
de metal
abierta en hueso
acaba de advertir la gratitud en la vena
de los cuerpos celestes
buscando cancelar el dolor
sólo por esta noche