Todo tipo de defensas sin saber qué está pasando, navego en archipiélagos, entre islas sumergidas, vengo con mis antorchas de furia, estoy enferma de una especie de éxtasis, parece que no hay ningún lugar, en parte alguna, como nombra Christa Wolf, para las suicidas del amor, excusas están siendo sacadas de la chistera para tratar de salvarme de otro naufragio, pero ya estoy con ella en la comunión sagrada del amanecer, está conmigo cuando despierto en medio de cada madrugada, quisiera tener en la noche sus flujos de la tierra, la flor abierta, mi desbordamiento no tiene fin, el hechizo de lo que no puede ser, si supiéramos qué es el destino: si me quedo, si me voy, mi vuelo envuelto en sangre, con las punzadas del deseo, entre la agonía de la condenación, cuando me acerco a alguien con mis alas blancas, las intuyen pronto, son quemadas, no soportan el peso de la bestia, del ángel herido y expulsado, del animal, tengo patas, no tengo código humano, sólo lengua para lamer, sólo tejido, sólo impurezas...
say
pepe
2 comentarios:
pepe,
gracias,
sopa es una cueva donde guarecerse del frío. es un hermoso iglú en medio del hielo,
aquí encontramos honestidad poética y personal en los dueños de la cueva y sus moradores,
aquí una se puede dejar caer y dolerse, sin miedo.
ah, y que me encanta encontrar aquí el Roto, pero sobre todo tus maravillosos textos llenos de furia, y que hablan sobre los inmundos personajillos que manejan este país como una finca de señoritos.
los que estamos rabiosos y nos hierve la sangre con lo que está pasando, al leerte, sentimos un cosquilleo de gratitud.
gracias también por eso, un fuerte abrazo!
gracias a tí, querida say.
gracias por encontrarle sentido a todo esto y por escribirlo.
seguimos aquí, intentando movernos en la oscuridad. lo bueno es que a menudo nos encontramos.
rabia y furia siempre ante los infames...
un abrazo fuerte
pepe
Publicar un comentario