anoche compramos un metro de hule para preservar la mesa de la terraza del húmedo invierno. elegimos el que veis en la imagen. el joven y risueño chino tiró del rollo estampado y dijo: "un metro" y, efectivamente, calculó un metro exacto. esta mañana he ido a liberar un iphone que me han pasado. esta vez, un amable indio: "no hay problema. esta tarde, cinco y media, aquí para recogerlo".
es raro que compremos artículos contra natura y no nos dediquemos a cultivar la amistad con nuestros iguales. es sano comprobar que el chino y el indio obran como si estuvieran manejando flores en el campo.
òscar
2 comentarios:
i no tens la sensació que, malgrat l'aparença, res no canvia? :)
és cert! ;P
Publicar un comentario