estos días de tremendo acueducto, por tierras del norte hay dos poetas espléndidos que pasan por varias ciudades mostrando su trabajo. son laura casielles y josé maría gómez valero, poetas jóvenes y comprometidos con su tiempo y con la poesía del ahora. sin lastres generacionales ni adscripciones a cánones inútiles, ensanchan el territorio de la poesía con su palabra y dan noticia de que "el arte es largo y además no importa", como decía don Antonio. enhorabuena por los libros, los premios, la furia con que el tiempo los acompaña en su quehacer y por su inteligencia y su energía abocados al arte de dar a las palabras emoción y sentido. sólo hay admiración hacia ellos y alegría por el reconocimiento a su trabajo.
VECINDARIO
Me decís extranjera porque he venido hasta aquí.
SIBISSE RODRÍGUEZ
SIBISSE RODRÍGUEZ
Me dais un nombre que está hecho
con el peso que perdí caminando.
Desde ahí, ya no os importa
si cubro o no mi rostro,
qué fiestas guardo,
qué carne como,
la hechura de mi ropa.
El nombre de mis hijos,
cuando se acercan al vuestro.
Os parece importante
que los cuentos con los que crecí fueran otros,
que mi dios llame a otros cantos,
que mis dedos
amasen vuestra harina de otra forma.
Os preocupa cómo de laxa soy al entender
la amistad y el amor.
Y que muera con ritos distintos,
y que mis relojes
se ajusten a una hora de ultramar.
Si me veis al teléfono,
desonfiáis.
Si me veis por la ventana,
me seguís mirando.
Me decís extranjera
por si acaso.
Pero entrad a mi casa ahora.
Os daré de beber y trataré de empezar a contaros
mi verdadero nombre.
Laura Casielles - Los idiomas comunes (Premio Nacional de Poesía Joven 'Miguel Hernández' 2011)
APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA CUALQUIERA
Nacer,
memorizar los signos,
ocupar una celda
en la intemperie.
Reconocer a tientas
el rigor de los límites,
los contornos del orden.
Asistir cada día
a lo pactado.
Mirar el agua,
saciarse en su sabor,
convivir con la sed.
Acatar los dictados de la norma,
eludir los dictados de la norma.
Jugar a cosas serias.
Mentir de corazón.
Arroparse sin sueño.
La noche,
los velos, los desvelos,
la voz
de la sólida sombra.
Despertar,
abrir los ojos,
ansiar el tiempo
en el que nada se derrumba.
memorizar los signos,
ocupar una celda
en la intemperie.
Reconocer a tientas
el rigor de los límites,
los contornos del orden.
Asistir cada día
a lo pactado.
Mirar el agua,
saciarse en su sabor,
convivir con la sed.
Acatar los dictados de la norma,
eludir los dictados de la norma.
Jugar a cosas serias.
Mentir de corazón.
Arroparse sin sueño.
La noche,
los velos, los desvelos,
la voz
de la sólida sombra.
Despertar,
abrir los ojos,
ansiar el tiempo
en el que nada se derrumba.
José Mª Gómez Valero Los augurios (XV Premio Internacional Alegría, Icaria 2011)
pepe
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