mi amiga ester me dejó hace un par de años un libro alucinante que devoré en pocos días: el maestro juan martínez que estaba allí. el autor, desconocido para mí, era manuel chaves nogales. busqué luego más libros de este hombre. me enteré que había sido periodista en la república. periodista crítico y de una impagable lucidez, con un sólido oficio y una escritura magnética narró sin disimulos ni anteojeras ideológicas la entraña de esos años. trabajó en periódicos republicanos, escribió crónicas de guerra, artículos, novelas. huyó a francia y murió a los 50 años en inglaterra, después de escapar de la ocupación nazi.
conseguí juan belmonte, matador de toros, un retrato implacable de un país miserable y violento, a través de la vida de un personaje enormemente popular, pero sin concesiones a la galería ni a las vísceras. después, a sangre y fuego. héroes, bestias y mártires de españa -lo tengo a medias-, una colección de relatos sobre la guerra civil, alejado de la demagogia maniquea con que se ha escrito tanta falacia sobre esa época. su último libro, escrito antes de morir en inglaterra, la agonía de francia, narra la ocupación nazi del país, la incompetencia y frivolidad del gobierno colaboracionista de vichy y las consecuencias políticas de esa tragedia. no lo he leído aún.
durante casi setenta años los libros de chaves nogales no eran conocidos aquí más que por unos cuantos historiadores o críticos. ahora han sido publicados en ediciones de bolsillo, accesibles, baratas. quizá un ejemplo más del precio que ha de pagarse por no pertenecer a nadie, ni estar asegurado bajo ninguna bandera, ni gozar de los convenientes padrinos ideológicos. el precio de no plegarse a aderezar la barbarie con palabras.
pepe
2 comentarios:
Pepe, guarda esos libros Es uno de los mejores, por eso olvidado. La miopía con este autor ha sido gigantesca, menos mal que algunos periodistas y editores jóvenes lo han sacado de su injusto purgatorio.
Abrazos.
sí, querido antuán, los guardo como un tesorillo y se los pasaré a miguel para cuando le apetezca leerlos.
son imprescindibles para entender algo de lo que pasó aquí.
(el otro día, alguien incluía a éste hombre en un trío de escritores que supieron aguantar en el filo sin justificar nunca el horror: orwell, camus, chaves nogales. ahí quedan)
besos
pepe
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