Para entenderse sólo entre unos cuantos se hicieron las lenguas. Y una infinidad de dialectos. Lenguas de clan, lenguas-contra, lenguas de oposición. Jerga contra lengua. Conseguir que la lengua sea menos bella, más "compinche", más a ras de tierra.
Las lenguas se hacen, se desgajan. Las lenguas demasiado bonitas corren peligro. Los hombres también necesitan lo insignificante, lo familiar, lo fácil.
Mejor adaptadas a lo real vulgar, jergas por doquier, para aumentar lo barroco, lo pintoresco, lo rústico.
Lenta y sorda la guerra de las lenguas. Hoy en día se libra de otro modo.
Las lenguas se hacen, se desgajan. Las lenguas demasiado bonitas corren peligro. Los hombres también necesitan lo insignificante, lo familiar, lo fácil.
Mejor adaptadas a lo real vulgar, jergas por doquier, para aumentar lo barroco, lo pintoresco, lo rústico.
Lenta y sorda la guerra de las lenguas. Hoy en día se libra de otro modo.
Se sabe de muchos grupos humanos pobres; pero no se sabe de lenguas pobres. Todas tienen miles de palabras. Todas rebosan de sutilezas inesperadas. Enorme haber cuando ese mismo pueblo apenas tiene ropa, sus casas son miserables y a veces no tiene más que unos cuantos escasos y mediocres utensilios y no busca otros.
Henri Michaux, En Puntos de referencia
Frente a los cerrojos seguido de Puntos de referencia
Trad. Julia Escobar
Trad. Julia Escobar
Editorial Pretextos, Valencia 2000
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