mariano escribió nuestro texto para el libro

“Estar”

“Corren tiempos de redada”. Leo este verso del poeta David Eloy Rodríguez poco antes de ponerme a escribir estas palabras. Todo empieza a precipitarse. Su lectura me emociona y evoco esa Valencia en presente a la que me siento vinculado junto a mis compañeros de Sopa de Poetes. Una ciudad de referencia para nuestro trabajo y el de muchos.

La amistad por recuerdo. Así se va haciendo carne la imagen que proyecta sobre nuestra memoria el compartir espacio y compromiso con los amigos de la librería Primado, El Dorado, la Asociación Poética Caudal, colectivos indispensables promovidos por un buen puñado de nombres, motor de estimulantes iniciativas.

El valor del espacio que suma es incuestionable. No importa caer en el tópico y repetirnos como un eco no disuelto. Ese espacio de responsabilidad cívica creado en Valencia a través de la cultura, de la palabra, de la poesía, como herramientas expresivas, se hace irreversible en su necesidad.

En ese espacio, en Valencia, en la librería Primado y en otros ámbitos próximos se establecen puentes de unión, de reflexión, de cuestionamiento de las palabras y las realidades para que la experiencia de unos pocos pueda alcanzarnos a muchos. Esa suma de vibración, de vida, se revela necesaria en estos días limitados por la desesperanza.

Generosidad unida al espacio. Darlo todo y empujar desde la intimidad es lo que hacen desde Valencia  ciudadanos y ciudadanas conscientes, abriendo heridas a la desafección social promovida desde los diversos poderes. Gente que sabe cómo realizar su deseo de ciudadanía activa y de participación, luchando contra el abandono de lo público en beneficio de lo privado.

Desde el poder se viene repitiendo de manera diáfana pero efectiva que el ejercicio pleno de la ciudadanía no es posible, mucho menos desde parcelas como la de la cultura, en la que tanto y tan activamente se prodigan Librería Primado y otros grupos. Somos muchos los que pensamos que detrás de estos remilgos hay un claro deseo del poder de seguir alimentándose a sí mismo, y rasgar de raíz  los posibles mecanismos que pudieran ser germen del cambio.

Estos movimientos cívico-culturales, a pesar de que no tienen acceso a instrumentos de poder, están proporcionando de forma irrefutable alternativas reales a este sistema depredador de la ciudadanía y del medio. La experiencia vivida con ellos en torno al encuentro “Poéticas en fuga” en febrero de 2010 nos lo certificó.

La labor de los amigos de Valencia es extraordinaria, y enriquece la humildad con la que trabajan personas como Miguel Morata desde su librería. En un texto del poeta Enrique Falcón se dice: “Y lo que falta casi siempre es acción: el encuentro con el otro para la transformación de la realidad.” Ahí esta el sentido que nos empuja a considerar Valencia un referente de nuestro quehacer poético.

Mariano Martínez

Colectivo Sopa de Poetes, Junio 2010.