“Fina me ha dicho que anoche vio un reportaje donde salía Cuenca”. Fina es amiga de mi padre. Cuenca en la tierra de mi padre. Y la mía, aunque la haya visitado poco. Me pasa también con la pequeña aldea en que nació mi madre, en la serranía de O Caurel. La siento como mía. Quizás sólo sea una sensación para descuadrar mi latente sensación de desarraigo.
Recupero el reportaje. Enchufo el ordenador a la televisión, con la mirada curiosa de mis padres. Pienso en su sensación entre perplejidad y normalidad con que viven mis padres este fenómeno de internet. Vemos el reportaje y descubro emocionado un artesano del papel en pleno casco viejo de Cuenca. Segundo Santos. su presencia dura apenas un minuto, pero vibro a ver como crea una hoja de papel. fugaz también la visión de sus ediciones artesanales, hermosas.
El trabajo de Segundo Santos me recuerda la edición de “adiós a la india” de la búfala Chantal. recogo el libro después de observar el dudoso orden en que se ha empeñado mi madre para reordenador las estanterías. toco, paso páginas, huelo. también lo hago con la lectura de “Bélgica”, que afortunadamente me empujé a empezar ayer. huelo, toco, acaricio la palabra, que me recupera como un salvavidas.
mariano
2 comentarios:
Es fantástico leerte, Mariano... muchas gracias por los pedazos de vida que desgajas en cada una de las entradas que escribes.
Y sí, la palabra nos rescata una y otra vez...
De nuevo, gracias por escribir.
M.
Qué curioso, el mundo es una hoja de papel hecha a mano. En el mismo centro de Cuenca, hace como quince años encontré una pequeña tienda llena de objetos hechos de papel artesanal. Cuadernos, álbumes, portafotos…y lo que me resultó más importante: papel para grabados de todos los tamaños, colores y gramajes. Conocí a Segundo Santos, me contó que le había hecho los “papeles” a Lucio Muñoz, se ofreció a proveerme de papel para mis grabados “a la carta”, le acababa de conocer y ya parecía un compañero de toda la vida…les llaman artesanos y son inmensos artistas…algunos de mis grabados no llegaron a la altura de su papel…
Un saludo.
Publicar un comentario