Quieres subir una montaña nunca
tan alta como tu propia expectativa.
Quieres escribir una canción en contra
de los sonidos de tu cabeza,
que suene como la vida o un motor.
Doblar un papel.
Controlar la exactitud.
Rezar a dioses que se te parezcan
y después irte a otro sitio.
Sofía Castañón, De Aplicaciones de la teoría perturbacional
pepe
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