Se ve que para ser poeta hay que ir de poeta; es decir, llevar gafas de pasta, patillas a lo años setenta, pelo largo y afectadamente descuidado, chaqueta y pin psicodélico, camiseta con una frase en inglés, escribir de día y pinchar discos de noche, leer con gafas de sol, con los ojos vendados o, en su defecto, cara de estreñido, recitar con power point y música new age de fondo, usar rima 2.0, no haber publicado nada pero aparecer en unas cuantas antologías. Imprescindibles un par de tatuajes. Como poco. Este año también se llevan mucho los paraguas.
José Maria Cumbreño, Los poetas que van de poetas
pepe
4 comentarios:
jajaja, genial
los poetas no pueden d ejar de hablar de los poetas.....
tal cual!!! y hay mas!!! ya se me van a ocurrir algunas frases!
Abrazo
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.
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