en la esquina de sergente maggiore y speranzella
me paro a descansar
pisas los adoquines negros brillantes
la hora nona
pegada a la pared una capilla metálica protege
tres tiestos de ponsetias, dos fotos de vírgenes
con cirios,
candelabros de plástico
imágenes de muertos
hemos venido aquí por casualidad
pero hace frío
también duelen los huesos
el cansancio es el mismo la humedad
de las nubes cubre la luz pastosa de la ropa tendida
rozando las cabezas
aguardo calle arriba
este barrio decrépito es el mundo
enfrente se amontonan las bolsas de basura
los vecinos ni siquiera las miran
pepe
3 comentarios:
Bravissimo el poema! y la foto no tiene desperdicio, que sí "muchos desperdicios". Es Nápoles?
Me gusta el poema. Refleja bien la noche que se nos cala en los huesos.
La segunda estrofa me gusta mucho.
Gracias y un abrazo.
gracias ventu, lola.
es una esquina de napoli, sí. una noche de enero de este año.
ambiente intenso.
besos
pepe
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