Día apenas más amarillo sobre la piedra y más extenso,
¿no me podrás restablecer?
Sol al fin menos tímido, sol creciente,
restáñame este corazón.
Luz que te curvas para alzar la sombra
y sacudir el frío de tus hombros,
siempre he intentado comprenderte y obedecerte.
Es ahora, en febrero, cuando te yergues
muy lentamente como un luchador lanzado a tierra
que va a vencer
—levántame sobre tus hombros,
lávame de nuevo los ojos, haz que al fin me despierte,
arráncame ya de la tierra, que no la siga masticando
antes de tiempo como el cobarde que soy.
Ya sólo puedo hablar a través de estos fragmentos parecidos
a piedras que hay que levantar con su parte de sombra
y contra las que tropezamos,
más dispersos que ellas.
Philippe Jaccottet
pepe
3 comentarios:
la otra fotografía, pepe, robusta y definida, también estaba en sintonía fina con el poema. ésta, temblorosa y tierna, es la otra parte del díptico. es rarísimo leer una traducción tan fluida del francés, en la que la mano del traductor desaparezca.
también aquí en el sur le pedimos al día, y a la noche, que nos restaure.
besos,
m.
no conocía a este poeta y me parece espléndido. se acaban de editar unos poemas suyos de los años 60.
besos
pepe
la foto tremolosa está hecha en ravello, en enero, casi de noche.
besos
pepe
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