No es que me esté volviendo loco, es el verano que me agota.
Buscas en el cajón una camisa, y el día entero echado por la borda.
Que llegue cuanto antes el invierno y cubra todo con su manto:
ciudades, hombres, pero primero el verde de las hojas.
Me echaré a dormir sin desnudarme, o leeré si quiero
un libro ajeno, y entretanto los retales del asсo,
como un perro que ha huido de su ciego,
atraviesan la calle por el paso indicado.
La libertad es
no recordar entero el nombre del tirano,
y que sea la saliva más dulce que el almíbar,
y, aunque estrujen tu cerebro cual cuerno de carnero,
no mane nada ya del ojo azul.
Joseph Brodsky. De "No vendrá el diluvio tras nosotros"
Versión de Ricardo San Vicente
pepe
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