"Sin embargo, en la proximidad más inmediata, tuve que reconocer hasta qué punto había ofendido el papel. A pocos pasos de los cuenteros tenían su sitio los escribanos. Había silencio alrededor suyo(... )Los escribanos no ensalzaban su capacidad; estaban allí sentados tranquilamente, hombres pequeños, enjutos, su escribanía delante; y jamás daban a uno la sensación de que esperasen clientes.
(...) Allí recapacitaban o escribían en un mundo discreto, rodeados por el desenfrenado bullicio de la plaza circundante y al mismo tiempo ajenos a él. Incluso ellos mismos apenas estaban presentes; sólo contaba una cosa. la callada presencia del papel."
pepe
No hay comentarios:
Publicar un comentario