Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y apenado por no poder tomar los dos
siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura;
siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
y habiendo tenido quizás la elección acertada,
pues era tupido y requería uso;
aunque en cuanto a lo que vi allí
hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡oh, había guardado aquel primero para otro día!
aún sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
de aquí a la eternidad:
dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
yo tomé el menos transitado,
pues era tupido y requería uso;
aunque en cuanto a lo que vi allí
hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡oh, había guardado aquel primero para otro día!
aún sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
de aquí a la eternidad:
dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
yo tomé el menos transitado,
y eso hizo toda la diferencia.
Robert Frost
pepe
Robert Frost
pepe
4 comentarios:
Uno de mis poemas favoritos. Ese suspiro final comprende todo.
qué bien, anay, yo apenas lo conozco, pero me pareció fuerte.
besos
pepe
Uno de mis poetas favoritos. De quien es la treduccion?
no recuerdo, bernie.
me alegra verte por aquí.
abrazos
pepe
Publicar un comentario