"El ritmo es originalmente un ritmo de los pies. Todo hombre camina, y como camina sobre dos piernas y con sus pies golpea alternadamente sobre el suelo, ya que sólo avanza si cada vez vuelve a golpear, se produce, sea o no su intención, un ruido rítmico. Los dos pies nunca pisan con la misma intensidad. la diferencia entre ellos puede ser mayot o menor, según la disposición personal o el ánimo de cada cual.. Pero uno también puede marchar más aprisa o más despacio, uno puede correr, detenerse de golpe o saltar.
El hombre ha prestado siempre atención a los pasos de otros hombres; con toda seguridad estaba más pendiente de ellos que de los propios. También los animales tenían su paso familiar. Muchos de ellos poseían ritmos más ricos y perceptibles que los de los hombres. Los ungulados huían en manadas como regimientos de tambores.
El conocimiento de los animales por los que estaba rodeado, los que le amenazaban y los que cazaba, fué el saber más antiguo del hombre. En el ritmo de su movimiento aprendió a conocerlos. La escritura más temprana que aprendió a conocer fué la de las huellas: era una especie de notación musical rítmica que siempre existió; se imprimía en el suelo blando, y el hombre que la leía asociaba con ella el ruido de su origen".
Elías Canetti, Masa y Poder. Alianza Muchnik, 1983
pepe
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