en que no puede el conocimiento ser negado,
en que no hay cosa del conocimiento que falle,
la luminosa compañía, la mano,
el brazo fortalecedor, la profunda
respuesta, la voz que del todo contesta
la que más que cualquier otra cosa es
el derecho alrededor y dentro de nosotros,
unido, el triunfante vigor, sentido,
la dirección interna de la que dependemos,
la que nos guarda lo poco que nosotros somos,
la ayuda de la grandeza por ser y la fuerza.
ò y f, es decir, òscar y fabulosa me han regalado los poemas tardíos de don wallace stevens, cosa que les agradezco mucho; más aún, su compañía cálida, la parla contagiosa, duradera. costumbres animales que nos quedan.
gracias, guapos!
pepe
1 comentario:
gracias a ti, querido pepe, eres la hostia!
besazos,
ò.
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