"Siendo adolescente, descubrí emocionado la experiencia del baile. Bailar es convertir el esfuerzo en gracia. El bailarín trabaja, ensaya, suda en la barra, para conseguir la agilidad y que no se note el esfuerzo. Después, todo es vuelo.
¡Oh cuerpo curvado por la música.
Oh, mirada iluminada!
¿Cómo podríamos distinguir
el danzante de la danza?
Así canta Yeats. Así quería ser yo. No me importaría el esfuerzo si pudiera conseguir esa ligereza, esa soltura, esa gracia. Todos necesitamos el placer, la comodidad, la tranquilidad, pero también necesitamos lo contrario: sentir que progresamos, sentir que hacemos algo bello o noble o bueno, ver que nuestra existencia no es superflua. Crear es hacer que algo valioso que no existía, exista por mí. ¿A quién le va a importar perder algo de comodidad si está progresando? Por eso, me parecían el colmo de la desdicha las personas paralizadas por el miedo, el desamor, la ignorancia, la pereza, y pensaba que la mayor merced que se les podía hacer era liberarlas de esa esclavitud. Creía también y creo que el ser humano no es libre. Lo que llamamos libertad es la posibilidad que tenemos de ir liberándonos de ciertas cosas - la tiranía exterior o interior, el miedo, la furia, las pasiones incontroladas, la pereza-, y que esa posibilidad podemos ejercerla o no."
JOSÉ ANTONIO MARINA
RAZÓN DE ANATOMÍA
Me he besado con poetas, pintores, cineastas
empleadas, jew princesses, rateros, hippies
ingenieros, tenores, guerrilleros
en mi boca todos los caminos de la vida
es tiempo/ de ocuparme de mis pies.
LUISA FUTORANSKY
...Feliz lunes.
Un beso,
Anay
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