
trasteando en el spotify, me tropiezo con "summer in the city", de Quincy Jones. así parece pintarse mis vacaciones este año.
a pesar del ruido, me gusta el camino que trazan los árboles delante del balcón de mi nuevo piso. el quiosco, imprescindible. y ese pasar constante de gente que se dilata durante todo el día. luego, cierro las ventanas y sólo el sonido de la música interrumpe las maderas del suelo.
ayer ví a pepe. siempre es reconfortante su charla, aunque sea fugaz. óscar debe estar colgado de algún peral. quizás en un par de semanas podamos compartir cervezas con Mario Cuenca. Estoy disfrutando de su libro, "El ladrón de morfina".
tengo la biblioteca más cerca aún. en verano rescataré furtivamente todo el tiempo que me debe.
escribo a retazos. ahora. no sé. quizás sea ese estado de desorientación de la nueva casa, de disfrutar de unos días de descanso después de un intenso curso. balbucear antes que escribir.
retomaré el libro de Mario y los versos de Rafael Cadenas. el primero que me rompió la mirada al leerlo.
Música entregada en el desastre.
Mis manos han sentido crecimientos.
El amor ya no avanza ahogándose en preguntas.
Claridad sin quimera se insinúa, lenta.
mariano
1 comentario:
sí, Mariano, ya mismo estoy por ahí. Yo invito
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