
oír el ladrido y la conversación del otro lado. contar las moscas y las ventanas abiertas. alargar el cuello como el tronco de la palmera. seguir contando ventanas y buscar miradas furtivas. coger silla, libreta, pluma, ordenador, café. rascarme los pantalones a la altura de la rodilla. y enmedio de todo eso, recuperarme. empezando algo que no sé. dejarme acompañar por la toalla descolorida que me sirve mantel. ver los periódicos amarillentos y la casa de perro deshabitada de la terraza. seguir escuchando algunos petardos. reseguir el rastro de los muebles rotos, de la madera vencida. y empezar algo.
mariano
1 comentario:
empezar, invariablemente empezar algo. tengo libretitas escolares, con fotos en colores de animales en la tapa. cada noche hago una lista de tonteras para hacer el día siguiente. al día siguiente me doy cuenta de que las tonteras son espectaculares y de que lo espectacular no existe.
con una casa de perro cerca, siempre estarás a salvo. y buscar miradas furtivas, bueno, es como ir anotando en las libretitas.
besos,
M.
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