mariano nos avisó, -esta tarde viene ventu. ambos tenían cosas que tratar. eso bastó para que nos acercáramos al gall y la gallina -ya está puesta la terraza- y pasáramos un ratillo al sol charlando de nuevo òscar, mariano, ventu y un servidor. después llegó stella y se amplió la charla y el resto de la velada transcurrió en el taller de su casa -fabi se sumó luego-, entre cuadros, xibecas, bolsas de patatas y animales de cuatro patas. mientras surgían anécdotas y chascarrillos, el albayzín, oriente y uruguay, la peli de òscar, huesos, la costa brava...mariano trabajaba con paciencia en su mac, llevando a cabo -atento a la conversa- una delicada operación que no desvelaré, pero que tiene dentro el marchamo de la dedicación y la belleza. en fin, una de esas tardes que sólo con pasar tienen la gracia dentro. esta noche, el clásico. y mañana igual nos vamos a la playa, a celebrarlo. y gracias venturín, por acercarte al prat a vernos.
pepe
2 comentarios:
hostia, pepe, escribimos al unísono la crónica del ventu...
besos,
ò.
ah, que nos apuntamos a lo de la playa, ya nos damos un toque...
ò.
Publicar un comentario