mi agradecimiento a todos los amigos de valencia
y a los que asistieron de otros lugares.
el lápiz de chantal
sé que lo que dije me lo podía haber ahorrado. no era necesario. sin embargo fue una manera de agradecer. vine a decir, creo, que lo que propone chantal es un nuevo lenguaje, dado que el que utilizamos, en todas las lenguas, nos ha llevado a ser una especie -la humana- que deja mucho que desear. ella se asoma hasta ese linde. sin pronunciar la primera palabra del nuevo instrumento.
lo sé, no dije eso. lo digo ahora.
atendí lo mejor que supe la mesa anterior, la de mestre y compañeros. mestre es un hombre cariñoso.
escuché a mis colegas de mesa: a julieta, a arturo, a esther. hasta que comenzó chantal. conscientemente dejé de atender a significados. rompí la comunicación boca-oído. entré en una atención que nada tiene que ver con oír palabras. maillard estaba majestuosa. su sonido era nítido. su voz no era voz ni palabra ni ruido. chantal vibra como vibra la unión del color en una pintura de scully. buscaba con la mirada a fabi. también a mariano, a pepe. como a merche y a santiago. miré a antonio. volví a fabi.
maillard continuaba mostrándoseme. maillard es un animal maravilloso. no es distinto lo que sentí el pasado día 12 de febrero, en valencia, cuando ella intervino, a lo que siento al ver a un gorrión o a un gato. no es necesario que suba a la palestra. antes, también. después, también.
me importan los nidos de chantal, es decir, sus obras. sus obras no únicamente son sus libros o cualquier otra papelería.
hacía frío en valencia, pero en valencia no hace frío.
chantal, en un momento de mi intervención, me alcanzó su lápiz. este próximo jueves, se lo devolveré, porque de esta misma lapicera acaso tenga que salir el primer signo nuevo.
sé que lo que dije me lo podía haber ahorrado. no era necesario. sin embargo fue una manera de agradecer. vine a decir, creo, que lo que propone chantal es un nuevo lenguaje, dado que el que utilizamos, en todas las lenguas, nos ha llevado a ser una especie -la humana- que deja mucho que desear. ella se asoma hasta ese linde. sin pronunciar la primera palabra del nuevo instrumento.
lo sé, no dije eso. lo digo ahora.
atendí lo mejor que supe la mesa anterior, la de mestre y compañeros. mestre es un hombre cariñoso.
escuché a mis colegas de mesa: a julieta, a arturo, a esther. hasta que comenzó chantal. conscientemente dejé de atender a significados. rompí la comunicación boca-oído. entré en una atención que nada tiene que ver con oír palabras. maillard estaba majestuosa. su sonido era nítido. su voz no era voz ni palabra ni ruido. chantal vibra como vibra la unión del color en una pintura de scully. buscaba con la mirada a fabi. también a mariano, a pepe. como a merche y a santiago. miré a antonio. volví a fabi.
maillard continuaba mostrándoseme. maillard es un animal maravilloso. no es distinto lo que sentí el pasado día 12 de febrero, en valencia, cuando ella intervino, a lo que siento al ver a un gorrión o a un gato. no es necesario que suba a la palestra. antes, también. después, también.
me importan los nidos de chantal, es decir, sus obras. sus obras no únicamente son sus libros o cualquier otra papelería.
hacía frío en valencia, pero en valencia no hace frío.
chantal, en un momento de mi intervención, me alcanzó su lápiz. este próximo jueves, se lo devolveré, porque de esta misma lapicera acaso tenga que salir el primer signo nuevo.
òscar
16 comentarios:
Ahora se te ve mejor, se te oye mejor, se te entiende todo. Gracias, gorrión.
gracias a ti, querido antuán.
besos,
ò.
EL encuentro fue maravilloso. Sin palabras.
Oscar estuviste espectacular, genial. La gente te aplaudió mucho y con buena vibra. Yo estuve fijándome cuando terminaste tu intervención y así fue. La gente te aplaudió con simpatía y entendió lo que querías decir, creo. JAJAJA. estuviste genial.
Broche de oro a tu crónica,Òscar, el comentario de Antuán...
Un abrazo enorme. Y gracias, de corazón.
A.
claro, yo esperaba también una nota de òscar; hacía falta que contara qué pasó desde dentro de la pancha del búfalo.
a mí casi me hace llorar el hijoputa.
pepe
lola, verte ahí ha sido de puta madre, en serio. besazos enormes.
anay, soy yo el agradecido. tienes razón, antuán es un perla. besazos a ti también.
pepe, nunca me cansaré de agradeceros, a ti, a mariano y a tu familia, todo. sí que somos hijoputas, sí...
besos,
ò.
Gracias Oscar. Tremendo encuentro. Me gustó mucho conocerte, un placer enorme, con el corazón.
Es verdad, ahora sí que se te oye. Sensacional crónica, animalmente tuya. Nunca defraudas al respetable...
jijijijijijijijiji!!!!!
muybienoscar! hermosuras!
lola ;)
querido hermano búfalo: tu asistencia sí es fenomenal...
bash, fue de fábula
besos besos besos,
ò.
me alegro por Òscar, por vosotros!
ese ventu!!!
besos,
ò.
Quién hubiera estado ahí enla vibración... gracias por este acercamiento en fuga. Genial.
gracias a ti, portinari. por estar aquí y allí.
;)
besos,
ò.
ok. vos te ahorrás las palabras. muy bien. ¿y quién nos da de comer en la boca?
no te ahorres nada, nada.
yo que vos le pido a Chantal que me regale el lápiz. parece un talismán (es violeta, lo diré una sola vez ...).
oscar, es genial que pepe y mariano te hayan acompañado para vibrar en la unión del color (sí, tal cual ...) y que hayas conocido a lola-lolette, que es un ave que brilla, un ave incansable.
tus palabras son una molotov bajo la mesa de la academia (no es solo porque ahora se escucha, yo creo que sé de qué ibas ...). ibas de oscar. y eso hace que todo lo de arriba explote y solo quede lo que está bien abajo.
allí, con suerte, nos hundiremos todos, muertos de risa, o sea, de vida.
besos,
M.
caramba, querida mariel, tus palabras siempre siempre me hacen especial ilusión. esta vez también. porque sin querer lo de valencia era un poquito importante porque venían mis amigos (todos), los que no también, en serio, así que poco a poco fui entendiendo que daba lo mismo qué hablar importante era batir alas hacer como un pollo y volar volar todos ú no sé qué digo me emocionó el moco de antes del refriado y se embaló...
que muchas gracias, mariel.
besos,
ò.
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