ei, como mola la foto del perfil de pepe... que pose, que saber estar, que jeta... venado dice que es su profesión... bueno, entre tanto búfalo, ya va bien...
Chiquilines, lo que sus habéis perdido. Chantal Maillard en pleno poderío, una hora y media sin parar de recitar, en lugar pequeño y claustrofóbico, pero la gente, anodada y expectante, pidiendo más y más. Espectacular, mis niños. Qué recitación, qué explicaciones, todo nuevo aunque la hubiera escuchado otras veces, un show total, lanzada y entregada, ya no sé qué poner, que mesecae la baba...he salido en trance y así sigo, purita droga de emoción. Y ya sé que soy parcial, pero ha sido asín y asín se los cuento, mi cuates.
al salir estuve de acuerdo con Antuan (DJ Ezpe) en que quizá ha sido la mejor lectura de Ch a la que hemos asistido.
he visto a gente llorar en silencio durante una hora.
Yo también he llorado, callado, disimulando.
Bashevis también estuvo por allí y al final del acto intercambiamos conmociones: me pareció que iba más tocado que yo. En los ojos de Bash se leía que leer sus libros y sumergirse en su universo poético y ensayístico no te prepara para una experiencia así, que te coge siempre desprevenido, te coloca contra el paredón de tus propios miedos y no condesciende al indulto. Pero te fusila acariciando. En los ojos de Bash había una comprensión y un brillo muy especiales. También eso ha sido un regalo de esta tarde.
me siento como si me hubieran hecho la autopsia, pero desde la vida. Una disección del cuerpo y de la mente, del cuerpo-mente expuesto: desde la feroz ternura que ausculta en los pliegues más recónditos, y exhuma el llanto, y lo cuida.
No sé si habrá sido su mejor lectura, para mí de momento ha sido la única. No lo había pensado así, pero en la sala se hizo una autopsia, una lección de anatomía. Morituri somos todos, y no se podía salir como si nada de la librería. No se podía.
Realmente salí tocado. Y tocado sigo. Una cosa es que te toquen, acariciando, como si nada. Otra es que enhebrando te den media docena de estocadas, y al “tocar” necesariamente te muevas. Hacia donde sea, te mueva, te re-mueva. O te rompa el eje, y camines torcido ya de por vida, como un dolor de muelas en la quijotera. Ante la punzada, siquiera me estaba quieto en la silla, me estaba empapando también yo en silencio.
Al final no veía razón para aplaudir. El “artefacto” había resultado ser una bomba. Para mi aquello había sido un despiece, un desguace. Y no tenía nada que aplaudir, nada que aprobar. Como mucho podría haber tocado a los demás, ahora si acariciando. Lamiéndonos las heridas. Abrazar lo más.
Joder, como dice Antonio me había colocado contra el paredón de “los” propios miedos. Tenía vértigo y estaba contra las cuerdas. Tocado se está, el tiempo no cura las heridas. Lo que queda es una herida… sin cuerpo.
Todo ha sido un regalo, de verdad Stalker. Os escribo desde esta botellita del cielo ;)
Después me fui, caminando. Marcha atrás, por donde había venido. Asediado, pero en paz. Compre un par de bocadillos vegetales por 4 euros. Rutinarios, mitologías personales. Los comimos. Y no hicimos más. Yo tampoco sabía muy bien qué hacer. Quería escuchar algunas canciones. Y a la cama. Y hoy madrugando. Aun no hay sol, ya he tomado el té. Aquí le espero.
Stalker y Bashevis están tocados por algún ángel; menuda maestría a la hora de reflejar los sentimientos, algo que a mí el cielo no quiso concederme. Gracias a los dos por la sabiduría y por ser. Y por lo que donan y comparten , menuda pareja de bichos vivificantes.
debe ser un ángel extraño el que nos toca. Al acabar el acto, le pregunto a Bash: "¿Qué sientes?". Y él responde, con ese brillo singular en la mirada, un tanto perdida pero animada por una visión interior: "Vértigo, tío, vértigo". Hablamos un rato de eso, de ese vértigo.
Ahora recuerdo que, como Bash, yo tampoco aplaudí. No se aplaude cuando una bomba te estalla en la cara.
Por cierto, Antuan, te quedaste hasta el final pese al martirio de tu espalda. Admirable.
Vaya que si la han hecho. Joder, no se me ocurre nada que decir, sólo daros la enhorabuena por haber vivido algo así, creo que la poesía "en vivo", recitada, nunca me ha causado tales estragos hasta ahora -lo más algún escalofrío y un retorcimiento momentáneo, que no es poco-. Sin duda por el modo de decir de Chantal ella podría conseguirlo en mí. Continuaré a la espera y acechando la oportunidad de verla y oirla.
18 comentarios:
Una pena que no pueda oirlo, espero una buena crónica!
saludos
tampoco he ido. mecag...
besos,
ò.
dj ezpe nos hará la crónica
mariano
perfecto!
ò.
venga, antuán!
pepe
ei, como mola la foto del perfil de pepe... que pose, que saber estar, que jeta... venado dice que es su profesión... bueno, entre tanto búfalo, ya va bien...
mariwano
Chiquilines, lo que sus habéis perdido. Chantal Maillard en pleno poderío, una hora y media sin parar de recitar, en lugar pequeño y claustrofóbico, pero la gente, anodada y expectante, pidiendo más y más. Espectacular, mis niños. Qué recitación, qué explicaciones, todo nuevo aunque la hubiera escuchado otras veces, un show total, lanzada y entregada, ya no sé qué poner, que mesecae la baba...he salido en trance y así sigo, purita droga de emoción. Y ya sé que soy parcial, pero ha sido asín y asín se los cuento, mi cuates.
Ósculos varios, amigüitos.
Antuan.
al salir estuve de acuerdo con Antuan (DJ Ezpe) en que quizá ha sido la mejor lectura de Ch a la que hemos asistido.
he visto a gente llorar en silencio durante una hora.
Yo también he llorado, callado, disimulando.
Bashevis también estuvo por allí y al final del acto intercambiamos conmociones: me pareció que iba más tocado que yo. En los ojos de Bash se leía que leer sus libros y sumergirse en su universo poético y ensayístico no te prepara para una experiencia así, que te coge siempre desprevenido, te coloca contra el paredón de tus propios miedos y no condesciende al indulto. Pero te fusila acariciando. En los ojos de Bash había una comprensión y un brillo muy especiales. También eso ha sido un regalo de esta tarde.
me siento como si me hubieran hecho la autopsia, pero desde la vida. Una disección del cuerpo y de la mente, del cuerpo-mente expuesto: desde la feroz ternura que ausculta en los pliegues más recónditos, y exhuma el llanto, y lo cuida.
No sé si habrá sido su mejor lectura, para mí de momento ha sido la única. No lo había pensado así, pero en la sala se hizo una autopsia, una lección de anatomía. Morituri somos todos, y no se podía salir como si nada de la librería. No se podía.
Realmente salí tocado. Y tocado sigo. Una cosa es que te toquen, acariciando, como si nada. Otra es que enhebrando te den media docena de estocadas, y al “tocar” necesariamente te muevas. Hacia donde sea, te mueva, te re-mueva. O te rompa el eje, y camines torcido ya de por vida, como un dolor de muelas en la quijotera. Ante la punzada, siquiera me estaba quieto en la silla, me estaba empapando también yo en silencio.
Al final no veía razón para aplaudir. El “artefacto” había resultado ser una bomba. Para mi aquello había sido un despiece, un desguace. Y no tenía nada que aplaudir, nada que aprobar. Como mucho podría haber tocado a los demás, ahora si acariciando. Lamiéndonos las heridas. Abrazar lo más.
Joder, como dice Antonio me había colocado contra el paredón de “los” propios miedos. Tenía vértigo y estaba contra las cuerdas. Tocado se está, el tiempo no cura las heridas. Lo que queda es una herida… sin cuerpo.
Todo ha sido un regalo, de verdad Stalker. Os escribo desde esta botellita del cielo ;)
Después me fui, caminando. Marcha atrás, por donde había venido. Asediado, pero en paz. Compre un par de bocadillos vegetales por 4 euros. Rutinarios, mitologías personales. Los comimos. Y no hicimos más. Yo tampoco sabía muy bien qué hacer. Quería escuchar algunas canciones. Y a la cama. Y hoy madrugando. Aun no hay sol, ya he tomado el té. Aquí le espero.
Efectos colaterales: me sangra el ombligo.
Stalker y Bashevis están tocados por algún ángel; menuda maestría a la hora de reflejar los sentimientos, algo que a mí el cielo no quiso concederme. Gracias a los dos por la sabiduría y por ser. Y por lo que donan y comparten , menuda pareja de bichos vivificantes.
trance, sí. hora y media de trance. llorar en silencio, agradecida. no se ha dicho, pero en varias ocaciones, Maillard lloró al leer.
cosas que te quiebran
Antuan:
debe ser un ángel extraño el que nos toca. Al acabar el acto, le pregunto a Bash: "¿Qué sientes?". Y él responde, con ese brillo singular en la mirada, un tanto perdida pero animada por una visión interior: "Vértigo, tío, vértigo". Hablamos un rato de eso, de ese vértigo.
Ahora recuerdo que, como Bash, yo tampoco aplaudí. No se aplaude cuando una bomba te estalla en la cara.
Por cierto, Antuan, te quedaste hasta el final pese al martirio de tu espalda. Admirable.
abrazos
joder. luego hablo. gracias.
ò.
arriba, rubén deseaba que hicierais una buena crónica. cojón. la habéis hecho. ya lo creo.
así que gracias a tod@s.
la próxima vez no faltaré. sé que me perdí algo de mi mismo tuétano. así que ahora, sin palabras, sin haberlo vivido, quedo afuera.
jódete, me digo.
gracias otra vez,
besos,
òscar.
Vaya que si la han hecho. Joder, no se me ocurre nada que decir, sólo daros la enhorabuena por haber vivido algo así, creo que la poesía "en vivo", recitada, nunca me ha causado tales estragos hasta ahora -lo más algún escalofrío y un retorcimiento momentáneo, que no es poco-. Sin duda por el modo de decir de Chantal ella podría conseguirlo en mí. Continuaré a la espera y acechando la oportunidad de verla y oirla.
abrazos
gracias a ti también, rubén.
a todos.
besos,
ò.
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