
ayer. como ahora. charlar con anay. en realidad, no habíamos tenido demasiadas oportunidades para hacerlo en soledad. ayer, como ahora, ella se nos ha cruzado como una rama donde sentirnos nítidos.
me agarró como a un hermano. en su conversación. en su manera de estar. como lo hago yo con òscar, con pepe. rastreamos algunas cicatrices, no hicimos caso de las horas exactas. es posible que nos hayamos conocido toda la vida.
los ojos mandan. en anay, su hondura te refuerza. sus gestos, también.
me quedo con todo lo dicho por anay ayer, como ahora. y lo que se mantiene en silencio. yo no renuncio a él, aunque alimente mis escombros.
mariano
me agarró como a un hermano. en su conversación. en su manera de estar. como lo hago yo con òscar, con pepe. rastreamos algunas cicatrices, no hicimos caso de las horas exactas. es posible que nos hayamos conocido toda la vida.
los ojos mandan. en anay, su hondura te refuerza. sus gestos, también.
me quedo con todo lo dicho por anay ayer, como ahora. y lo que se mantiene en silencio. yo no renuncio a él, aunque alimente mis escombros.
mariano

2 comentarios:
La sensación de "estar en casa" es una de las más bonitas que conozco. Gracias, Mariano. Repetiremos!
Un beso.
P.S: La palabra para verificar este comentario es "creen". Qué punto...
creemos, claro que sí. ahora voy a poner una de esas cosas guiñando el ojo y sonriendo,
;)
muás,
ò.
Publicar un comentario