
esta mañana después de hacer unas lentejas, me voy a la piscina. poca gente. tranquilidad. al salir, coincido en el vestuario con un hombre mayor que se queja de que después de una operación en la columna lumbar, y de haber pasado sin molestias el verano en su pueblo, en la provincia de huelva, le vuelve a doler al llegar al prat. coincidimos en que el clima de este pueblo es malo para los huesos, y que también el otoño está entrando sigiloso. ahora acabo de llegar de casa de òscar, y parece que va a caer una buena. si ha de caer, pues que caiga, pero cuanto antes mejor, porque este cielo le pone a uno tormentoso, joder.
oooo
pepe

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