después de trabajar (preparo unas cosillas en el ordenador, para octubre), tengo ganas de escribir un pequeño poema:
sigue lloviendo
apaga la sal del mar
un poco
que los peces vivan
sobre todo
para probar
una sola gota de agua dulce
al menos una vez.
òscar

2 comentarios:
Sí, que no se mueran pensando que todo sabe sal. Que sepan que hay otros sabores que meterse en la boca.
A tus pies.
besos,
tu M.
eso pensaba...
me hizo gracia eso de "a sus pies", señor mean...
señora òscar.
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