
en el 88 trabajaba de mensajero con mi furgoneta blanca. cuando veía un saab 900 y no estaba en algún envío, me dedicaba a seguirlo. por lo general iban a la zona alta de la ciudad. jugaba a los detectives. los conductores de los saab, en ciudad, conducían lento. no abundaban los saab.
òscar
3 comentarios:
Bella anecdota pequeño gran detective.
No abundaban los saabs
¿Y llevabas anteojos negros y te ponías a la par del conductor/a y le dedicabas una sonrisa enigmatica tipo Gioconda? ¿Eras Starsky o Hutch?
(Entre paréntesis, qué fea mina la Gioconda, por Dios). Lo que es la publicidad.
Acá se hizo conocida porque venía su foto en las latas de dulce de membrillo La Gioconda (no, no hablaré sobre la cultura de masas -ni finas ni secas- y menos a esta hora).
Por favor, en el poetry multichat (que por cierto me parece una idea maravillosa aunque parece que el domingo tenés que afinar el plan para asaltar un banco, por lo misterioso, digo) por favor decí "culo" al menos una vez.
Por ejemplo: "ahora les recito 'La máquina de las tres cerezas' y se me caen todos de culo, señoritas".
besos,
tu M.
querido bash,
a que mola lo de "no abundaban lo saab", es una crónica social comprimida...
;-)
besos,
ò.
mmmariel,
of course, aunque no eran negras de sol, eran espantosmente feas, dde hierro, creo, medio rotas, con celo en el puente, pero igual les dedicaba esa mirada y se cagaban.
la gioco es fea de parir el miedo, esté enmembrillada o no.
el domingo, a esa hora, si no estoy en ruta del pueblo hasta el prat, me subo al chat y digo culo.
ole,
muases,
ò.
Publicar un comentario