como todas las noches de esta semana, la muela me volvió a despertar. es como tener algo que muerde mi boca y cuelga su peso, balanceándose. me ha servido mucho leer el texto de mariel.
parece que no vaya a cesar nunca este dolor.
recuerdo que a pocos metros de la casa del pueblo, hay una enorme raíz afuera de la tierra. me parece un animal tan hermoso... es esa imagen la que pongo aquí, aunque sin jpg.
pienso en el dolor artístico de mis queridos mariano y xavi, en su proyecto. es muy difícil dar la noticia de un dolor.
no me gustaría ser dentista.
la barca llena de flechas es maravillosa porque ha transformado el dolor en belleza, único camino. cuando ya pasó. cuando lo transformamos. mostrar esa imagen, la de la barca llena de flechas o la de la raíz de la casa del pueblo.
no me tengáis en cuenta este texto, es para olvidarme del dolor. escribo con la televisión encendida, reemiten la llegada de la etapa de ayer de la vuelta ciclista a españa. llegan a vinaroz. hay árboles en la ruta. los árboles sujetan nuestro suelo. y mucho más. nuestras barcas son pequeñas y sin embargo.
parece que no vaya a cesar nunca este dolor.
recuerdo que a pocos metros de la casa del pueblo, hay una enorme raíz afuera de la tierra. me parece un animal tan hermoso... es esa imagen la que pongo aquí, aunque sin jpg.
pienso en el dolor artístico de mis queridos mariano y xavi, en su proyecto. es muy difícil dar la noticia de un dolor.
no me gustaría ser dentista.
la barca llena de flechas es maravillosa porque ha transformado el dolor en belleza, único camino. cuando ya pasó. cuando lo transformamos. mostrar esa imagen, la de la barca llena de flechas o la de la raíz de la casa del pueblo.
no me tengáis en cuenta este texto, es para olvidarme del dolor. escribo con la televisión encendida, reemiten la llegada de la etapa de ayer de la vuelta ciclista a españa. llegan a vinaroz. hay árboles en la ruta. los árboles sujetan nuestro suelo. y mucho más. nuestras barcas son pequeñas y sin embargo.
òscar
2 comentarios:
qué alegría en las tripas que te haya servido, oscar, que la barca arponeada haya transformado el dolor en algo que no duele, así. como la raíz de la casa del pueblo. eso ya justifica haberla encontrado y haber escrito sobre ella.
nuestras barcas son muy pequeñas y nuestra imaginación tiene que luchar contra muchísimas flechas. basta que una se convierta en pluma iluminada para seguir insistiendo.
te quiero mucho (creo que ya te lo he dicho, pero te lo digo de nuevo).
M.
es curioso, verdad, lo que hacen las palabras, las que se saben sinceras...
así que tu barquita asaeteada me sirvió, ya lo creo...
ni que decir tiene que por aquí se te quiere un montón, claro, muchas gracias, querida mariel...
ò.
Publicar un comentario