
el cielo de septiembre mucho lo hemos hablado, la mayoría de veces de oído. a mí me interesa, hoy, el suelo de septiembre. cómo moja la arena del cenicero, compactándola, o la manera que tiene de comenzar a llover, como revolviendo en los cajones, dejando rastro, moviendo piezas de polvo que luego, en octubre, desaparecerán.
doctor, me sigue doliendo. te dije que era arriba.
òscar
doctor, me sigue doliendo. te dije que era arriba.
òscar
4 comentarios:
tengo para mí que el cielo no está arriba sino abajo y es el suelo. es precioso sentir que septiembre tiene sus maneras y, entre ellas, la de comenzar a llover. Una manera de llover que primero revuelve y después limpia.
la boca sabe más que el doctor que la revisa, eso es seguro. el doctor debería escuchar la lengua de esa boca.
además del analgésico, masaje con la mano en sentido contrario a las agujas del reloj (a mí me está doliendo una de arriba y la mano me ayuda).
besos y que no deje de llover así, pero sí de doler.
M.
durante años, septiembre y octubre fueron los meses que más me gustaban. ahora, por suerte, amplié el cupo a doce...
deberíamos tener piedritas en lugar de dientes y muelas.
que no deje de llover y que pare ya el dolor, coño.
besos,
ò.
y a veces hay meses que valen por dos o tres, así que el cupo siempre puede ir a más ...
sí, piedritas en las que podríamos hacer dibujos e impresionar todos los días a los vecinos con una sonrisa distinta. también podríamos pintarnos los dientes, se me ocurre, según el estado de ánimo (gótico, campestre, de terror clase B ...).
que pare ya, coño (le sumo la invoación argentina: que lo parió).
M.
eso, queloparió!
muás!!!
ò.
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