finalmente fue posible: llovió torrencialmente. un buen rato. a la puesta de sol. luego ya os contesto a los comentarios anteriores porque ahora he de llevar el reporte de actividad a las ranas. no se puede pagar un amanecer así. me voy a pasear por el campo.
òscar

2 comentarios:
¿Cómo era aquello de que hay cosas que tienen valor y nunca precio? Las ranas te esperan. Nunca quisieron convertirse en princesas, realmente.
cierto, las ranas más ranas que conozco nunca quisieron ser princesas, menos mal...
todo divino el paseo...
muás!!!
ò.
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