
¿sobran días de agosto? ¿se esperan en vano las tormentas de siempre? aquí abajo, el aire va caliente por la humedad y el cielo es una manta densa. la repetición interminable de los gestos, movimientos de las estaciones son señales que nos hacen extrañar lo inevitable. pero hemos asistido ya a un huevo de veranos, a su aburrimiento residual, a los huecos de los coches sin aparcar, la calle polvorienta, los pasos furtivos de los transeúntes que resistimos la carpanta. el blues no es la solución. pero el piano y red garland remiendan el paisaje y lo apartan de la medianía. los libros están ahí, parados, ininteligibles. sólo alguna aventura en el mar -los pilotos de altura- previene, lacónica y tajante, el desaguisado. como dice òscar, la poesía tampoco anda por aquí. esta mañana, el agua gris brillante, el cielo desmoronado, la bandera amarilla de la playa anunciaban la lluvia. y ahora, después de este coñazo que he metido, acaba de ponerse a llover.
oooo
pepe
2 comentarios:
Eso es lo que tienen las lluvias, las tormentas, los barcos de madera-made-in-Rembrandt...
Personalmente me quedo con el frío-frío y las tormentas sin pasar por ningún verano-verano.
Un saludo!
(Mensaje para Mariel y Òscar: aquí el matrimonio blogger escribe "kable"... que juzguen los entendidos...!)
si, a veces, en las calores uno prefiere esa vista de la lluvia con fruicion!
pepe
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