Qué hermoso regalo. Transmite mucha serenidad. Tiene cuernos de unicornio, caracoles gigantes, olas como sábanas y bosques marinos. El viento se mueve pero al mismo tiempo está quieto.
Te cuento que Mean se está secando las lágrimas con la manga de la camiseta (como acostumbra a hacerlo), en calzoncillos (sí, uso boxers), porque he terminado de leer La superficie del pájaro.
Que aumenta lo pequeño o lo que parece pequeño. Que no hace nudo en su vuelo sino que desata, que no le teme la avispa. He tocado la superficie del pájaro (que para vos es la memoria de tu gata tiza). Yo he elegido la superficie de mi pájaro y poco a poco me he encontrado en el patio interior, iluminado. La entrada se confundía con la salida.
La trayectoria era una traza, pero no signos que me atormentaban.
Y la superficie del pájaro era toda la superficie y era también el patio, conmigo tocando y adentro.
Te lo agradezco mucho, ossscar.
No sos de este mundo, eso ya lo sabemos.
Y, al mismo tiempo, podés ver el núcleo del mundo, sin diccionarios. Porque nunca cerrás la mano.
Esto te hace extraordinariamente frágil y, simultáneamente, uno tiene la certeza de que nada doloroso podrá tocarte, realmente.
De que, acariciando la superficie de tu pájaro, estarás a salvo.
Me has regalado un amanecer que me ha calado hasta el hueso.
te agradezco infinito que hayas leído la superficie del pájaro porque como bien sabes es lo más importante por chiquito que yo vaya a escribir en esto de escribir. la superficie del pájaro es para tiza, lloro mucho a mi gata, le lloro bien, claro.
2 comentarios:
Qué hermoso regalo. Transmite mucha serenidad. Tiene cuernos de unicornio, caracoles gigantes, olas como sábanas y bosques marinos. El viento se mueve pero al mismo tiempo está quieto.
Te cuento que Mean se está secando las lágrimas con la manga de la camiseta (como acostumbra a hacerlo), en calzoncillos (sí, uso boxers), porque he terminado de leer La superficie del pájaro.
Que aumenta lo pequeño o lo que parece pequeño. Que no hace nudo en su vuelo sino que desata, que no le teme la avispa. He tocado la superficie del pájaro (que para vos es la memoria de tu gata tiza). Yo he elegido la superficie de mi pájaro y poco a poco me he encontrado en el patio interior, iluminado. La entrada se confundía con la salida.
La trayectoria era una traza, pero no signos que me atormentaban.
Y la superficie del pájaro era toda la superficie y era también el patio, conmigo tocando y adentro.
Te lo agradezco mucho, ossscar.
No sos de este mundo, eso ya lo sabemos.
Y, al mismo tiempo, podés ver el núcleo del mundo, sin diccionarios. Porque nunca cerrás la mano.
Esto te hace extraordinariamente frágil y, simultáneamente, uno tiene la certeza de que nada doloroso podrá tocarte, realmente.
De que, acariciando la superficie de tu pájaro, estarás a salvo.
Me has regalado un amanecer que me ha calado hasta el hueso.
Algún día leerás esto en Buenos Aires.
Ahora me puedo ir a dormir, tranquila.
Gracias.
Tu M. (que se sorbe los mocos).
señor mocos:
te agradezco infinito que hayas leído la superficie del pájaro porque como bien sabes es lo más importante por chiquito que yo vaya a escribir en esto de escribir. la superficie del pájaro es para tiza, lloro mucho a mi gata, le lloro bien, claro.
infinitas gracias,
besos,
òscar.
gracias otra vez.
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