
En la punta de la flecha ya está, invisible, el corazón del pájaro.
En la hoja del remo ya está, invisible, el agua.
En torno del hocico del venado ya tiemblan invisibles las ondas del
estanque.
En mis labios ya están, invisibles, tus labios
0000
William Ospina
oooo
pepe

1 comentario:
Primer verso afilado y delicado como pocos a la vez
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